Cómo instalar la beta de macOS Sierra sin ser desarrollador

La llegada del nuevo macOS Sierra y las novedades en forma de Siri, la renovada app de Foto, el Auto Unlock, portapapeles y el resto de novedades, se ha generado entre muchos usuarios el «hype» de tener instalado en su Mac esta nueva versión. Lo cierto y visto fríamente, este mes que viene vamos a tener disponible el programa de betas públicas con el que poder instalar en nuestro Mac la primera versión del sistema operativo y junto al resto de betas para iOS 10 y watchOS, poder satisfacer las ganas de tener lo nuevo ya instalado.

Pero existen varias opciones que permiten al usuario instalar las betas a pesar de no tener cuenta de desarrollador. Esto se puede hacer en todos los dispositivos de Apple incluso en los Mac. Antes de lanzarte a instalar esta beta para desarrolladores de macOS Sierra, lee bien este tutorial y no te lances a ello si no tienes mucha experiencia en estos temas.

Hay que aclarar que se trata de una versión beta para desarrolladores y por lo tanto puede ser inestable y tener ciertas incompatibilidades con algunas de las aplicaciones que usamos en nuestro día a día. Así que de primeras el fundamento principal es mantener esta versión fuera de nuestro sistema operativo principal, siendo este OS X El Capitan 10.11.5. Aclarado esto, vamos al lío.

Descarga de macOS Sierra

Este es sin duda el paso más importante y evidentemente no podemos dejar el enlace de descarga en la web, pero si buscamos en Google lo encontraremos. Antes de descargar nada lo que tenemos que hacer es usar el sentido común, tener cuidado de donde obtenemos el software evitará problemas en la instalación posterior. No todos los enlaces son buenos, fijaros un poco.

Diskmakerx es necesario

Esta herramienta es una vieja conocida.

Para este método de instalación que recomiendo personalmente y que se basa en crear una partición nueva en un disco (sea el principal o uno externo) necesitamos esta herramienta. Lo que hace Diskmakerx es crear un USB instalador y para ello lo que tenemos que hacer es coger un pincho USB de mínimo 8 GB y formatearlo a OS X Plus (con registro) desde la herramienta Utilidad de discos.

Puede obtener esta herramienta desde su propia web si no la tienes en tu Mac de otras veces. Un detalle importante es que la herramienta no especifica que está preparada para macOS Sierra, es de OS X El Capitan, pero ya os confirmo que funciona igual.

Crear el instalador e instalar macOS Sierra

El resto es bien sencillo y con la ayuda de Diskmakerx se hace muy sencilla. Abrimos Dismakerx y con el USB conectado al Mac pulsamos sobre la opción de instalar OS X El Capitan, funciona bien tranquilos y seleccionamos en la descarga realizada previamente de macOS Sierra que estará donde nosotros le hemos guardado previamente.

A pesar de tener formateado el USB, cuando vamos a cargar la copia de macOS Sierra descargada previamente, nos pide formatear y una vez terminado ya sólo nos queda colocar la contraseña de administrador y pulsar en continuar. Ahora toca esperar a que acabe el proceso de instalación en el USB de 8GB si tarda un poco tranquilos, es normal. En ningún caso cerraremos el programa, desconectaremos el USB o apagaremos el equipo. Una vez finalice es posible que salga un mensaje de error pero no hay problema, ya podemos empezar el proceso de instalación en nuestra máquina.

La instalación es bien sencilla y una vez terminado el proceso de DiskMaker X ya podemos pasar a la instalación en el Mac. Para empezar el proceso es tan sencillo como apagar el Mac con el USB conectado y justo en el momento de arrancar mantenemos pulsada la tecla Alt para que nos aparezca el menú de inicio, seleccionamos la memoria USB donde tenemos el instalador maOS Sierra y pulsamos.

Otra opción que también puede servir para lanzar el instalador es cuando ya ha terminado el proceso elegimos en las Preferencias del sistema > Disco de Arranque aquí nos aparece el instalador de macOS Sierra creado y pulsando sobre el mismo se inicia el proceso.

De nuevo recordar que se trata de la primera versión beta del sistema operativo de los Mac y a pesar que no parece mostrar problemas o fallos importantes, siempre es recomendable esperar a las versiones finales del sistema operativo para lanzarse a actualizar.