Normalmente en el uso diario de nuestro Mac tengamos que usar diversos programas a la vez para llevar a cabo varias tareas a la vez por lo que navegar por internet, mientras escuchamos música y dejamos al programa de turno codificando un vídeo es algo normal.
Pero a veces necesitamos ese empujón extra que nos puede dar el procesador pero que al estar con demasiada carga no rinda lo que debe. Así que en esta entrada vamos a explicar como llevar a cabo una pausa que no cierre del programa en cuestión en segundo plano, para luego volver a reanudarlo y así no perder tiempo abriendo y cerrando para usar toda la potencia del Mac cuando lo necesitemos.
El comando más utilizado para renunciar al proceso asociado al programa (PID) es el comando «kill» a través de su identificador por número de proceso o también con el comando «killall» para usarlo con el nombre del proceso asociado al programa.
Sin embargo el comando «killall» nos da más opciones para que en lugar de matar el proceso y renunciar al programa, poder en primera instancia pausar dicho programa en cuestión añadiendo al comando, el apéndice -STOP.
Killall -STOP «Nombre del Programa»
Una vez hayamos finalizado la tarea para la que necesitemos pausar otros programas podremos reanudar el trabajo normal de los demás con -CONT, por lo que el comando quedaría así.
Killall -CONT «Nombre del Programa»
Es evidente que en el campo «Nombre del programa» deberemos cambiar el mismo por el programa en cuestión que encontraremos en el Monitor de Actividad como nombre del proceso asociado al programa.
Siempre hay que tomarse este tipo de soluciones con cautela ya que no son parte «visible» del sistema como opción integrada y a veces producen errores aleatorios en el programa en cuestión. Mas bien lo recomendaría para pausar tareas secundarias donde el trabajo que lleven dichas aplicaciones no nos suponga luego echarnos las manos a la cabeza por el trabajo perdido.
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