Las falsificaciones de productos de grandes marcas es una lacra de difícil solución. Cualquier objeto de valor hoy día está expuesto a ser falsificado. Ya sean camisetas de fútbol, bolsos o gafas de sol. Y una cosa es que el comprador ya sea consciente que está comprando una imitación a un precio muy inferior al original, y otra que pagues como si fuera auténtica y te intenten «timar».
Con los dispositivos electrónicos es mucho más complicado. Evidentemente, no puedes falsificar un iPhone. Puedes imitar la caja, incluso que exteriormente sea muy parecido y «cuele». Pero en cuanto lo pones en marcha ves que el funcionamiento y prestaciones distan mucho de uno original. Pero sí que pueden imitar fundas, correas del Apple Watch, cables, teclados o incluso AirPods.
El Servicio de Aduanas de Pittsburgh ha incautado este fin de semana pasado un cargamento de AirPods y cables de carga Lightning. En el mismo envío, también había más de 4.000 mandos a distancia Roku de imitación.
En todo el envío de material falso confiscado, sólo se encontraron 120 unidades de AirPods falsificados. Todo este material llegó procedente de Hong Kong en varios envíos.
Como media, el Servicio de Aduanas de EE.UU. confisca más de cuatro millones de dólares cada día en material falsificado. Una auténtica barbaridad. Como todas las grandes marcas, Apple es uno de los perjudicados por las falsificaciones de sus productos.
El año pasado, Apple premió a la policía de la Aduana de Corea del Sur por incautar un envío de casi un millón de dólares de los mismos productos falsificados: AirPods y cables Lightning. El envío procedía de China y pretendía llegar a Corea del Sur para su distribución como si fueran productos oficiales de Apple.
En la propia web de Apple hay una página para intentar averiguar si tu producto es auténtico o no. Puedes enviar fotos e información del producto sospechoso y la compañía te responde si cree que es auténtico o no.