Una de las cosas en las que Apple tiene que trabajar en futuras versiones de macOS es la gestión del sonido que reproducimos en nuestro Mac. Antes debíamos controlar iTunes y la reproducción de algún video en Safari. A día de hoy tenemos muchas aplicaciones en nuestro Mac que emiten música: Spotify, Youtube, apps de: radio, podcast o editores sonido y video.
Gestionar todo esto desde macOS no es una tarea sencilla, pero Sound Control nos puede echar una mano a la hora de seleccionar que aplicación o aplicaciones emiten sonido, así como el volumen deseado. Además cuenta con funciones adicionales.
Esta aplicación en la barra de menús de macOS, de forma que está ahí cuando se la necesita, pero por otro lado molesta lo justo. Tener un tamaño reducido no siempre es lo más correcto. En ocasiones cuesta encontrar la aplicación en concreto. Pero esto no es un problema para Sound Control, pues su imagen en forma de ecualizador la identifica rápidamente.
Tras descargar la aplicación desde la página del desarrollador e instalarla, rápidamente se coloca en la barra de menús. Tras pulsar sobre ella, aparece un menú con las cuadro funciones principales de la aplicación:
- En primer lugar encender o apagar la aplicación. Esto no cierra la aplicación, pero si no estás manejando varias aplicaciones de sonido al mismo tiempo, complica más que ayuda, al tener que ajustar el volumen de la aplicación y del sistema al mismo tiempo.
- En segundo lugar, permite seleccionar que salida de sonido estamos ajustando. No se ecualiza igual la salida de nuestro Mac que un altavoz externo o los auriculares conectados.
- Tercero, ajuste de las aplicaciones instaladas de forma independiente y nos permite: silenciar una o varias aplicaciones al mismo tiempo y ajustar el volumen de cada una de forma independiente. En la parte derecha, aparece dibujado un ecualizador. Pulsando accedemos al ecualizador personalizado de esta aplicación.
- La cuarta opción es ajuste de los atajos de teclado.
La app tiene un precio de 12€ pero podemos hacer uso de los 14 días de prueba que nos permite el desarrollador para probarla y decidir si nos la quedamos.