Si alguna vez te has preguntado el motivo por el que Siri sigue sin evolucionar, o lo hace a un ritmo mucho más lento que sus más directos rivales como Google Assistant o Alexa, debemos tener en cuenta el tratamiento que hacen tanto Google como Amazon con nuestros datos.
Tanto Google como Amazon reconocen que utilizan nuestros datos para mejorar el funcionamiento de nuestros asistentes, algo a lo que siempre se ha negado Apple, lo que le ha permitido convertirse en un abanderado de la privacidad. La última noticia relacionada con la privacidad, nos llega desde Amazon y las grabaciones que realiza.
Amazon ha manifestado en más de una ocasión que almacena las grabaciones y las transcribe para enseñar a Alexa para que sea más humana y comprenda comandos habituales y no solo robóticos como nos sucede con Siri. Las grabaciones se procesan en empresas de terceros por personal que en ningún momento tiene acceso a los datos de los clientes, a pesar de que muchos medios afirmen lo contrario para llenar titulares.
El primero al que no le interesa poner en riesgo a sus clientes es a Amazon, por lo que no tiene ningún sentido que ofrezca acceso a los datos de los usuarios a los que corresponden esas grabaciones. Grabaciones, que según la compañía se almacenan en los servidores de forma indefinida hasta que el usuario proceder a borrarlas. Sin embargo, las transcripciones si que se conversan y no pueden ser borradas por parte del usuario.
La importancia de las transcripciones se encuentra en que son fundamentales para que los sistemas de reconocimiento de voz puedan evolucionar a la velocidad que lo están haciendo estos últimos años. Sin ellas, tanto Google Assistant como Alexa de Amazon no podría haber evolucionado hasta permitirnos mantener una conversación completa con los asistentes.