A finales de diciembre, desde Reino Unido se detectó una variante del coronavirus que obligó al país a cerrar fronteras para no permitir la entrada y salida de personas y así evitar la propagación de esta nueva cepa, una nueva cepa que ya se había detectado en otros países como Bélgica y Francia.
En ese momento, Apple anunció el cierre de todas las Apple Store que tiene repartidas en Reino Unido, un cierre parcial, ya que estas seguían abiertas para atender a los usuarios que tuvieran algún problema con sus dispositivos. Sin embargo, desde ayer, todas las Apple Store se encuentran cerradas a cal y canto sin ofrecer ningún tipo de servicio.
Esto se debe a las medidas que ha tomado el gobierno de Boris Johson de decretar un confinamiento severo, como el que sufrimos en España en marzo, durante las próximas 7 semanas. Durante este tiempo, tan solo se podrá salir a la calle para ir a trabajar o realizar servicios esenciales. Los colegios y centros educativos permanecerán cerrados.
El anuncio de este cierre se produce horas después del anuncio de la vacunación masiva con la vacuna, valga la redundancia, creada por AstroZeneca y la Universidad de Oxford y tras confirmarse que el número de contagios por coronavirus había superado las 50.000 casos diarios, saturando los hospitales del país.
Los usuarios interesados en comprar cualquier producto de Apple podrán seguir haciéndolo sin ningún tipo de problema vía online, pero no podrán acudir a las Apple Store más cercanas para recoger sus pedidos, ya que desde Apple lo enviarán directamente por mensajería, el mismo método que Apple ha puesto a disposición de los clientes que quieran devolver algún producto. Si tienen algún problema con sus productos, tendrán que enviarlos directamente al servicio técnico y esperar pacientemente.
