Agitación en el mundo tecnológico tras el anuncio de que Apple ha demandado al conocido youtuber Jon Prosser y a Michael Ramacciotti por una presunta filtración de secretos comerciales vinculados al desarrollo de iOS 26. SegĆŗn la denuncia presentada en un tribunal californiano, ambos estarĆan implicados en acceder sin autorización a información confidencial de Apple y compartirla pĆŗblicamente.
Este caso ha generado un intenso debate sobre los lĆmites de la información tecnológica y el papel de quienes filtran novedades antes de su anuncio oficial. En la demanda de Apple se exponen detalles acerca de cómo se habrĆa conseguido y divulgado material sensible de uno de sus sistemas operativos clave, justo antes de su lanzamiento, lo que ha provocado un gran revuelo tanto en la industria como en la comunidad de seguidores de la marca.
La supuesta obtención ilĆcita de secretos: cómo surgió la polĆ©mica
SegĆŗn los documentos judiciales, Michael Ramacciotti aprovechó su estancia en el domicilio del empleado de Apple Ethan Lipnik para acceder a un iPhone de desarrollo. Mediante herramientas de localización, Ramacciotti habrĆa confirmado que Lipnik se encontraba fuera y, durante ese periodo, realizó una videollamada por FaceTime con Jon Prosser para mostrar el dispositivo en funcionamiento, con una versión aĆŗn no anunciada de iOS 26.
Prosser grabó esta videollamada y, a partir de las imĆ”genes obtenidas, elaboró renders y recreaciones que despuĆ©s difundió en sus canales, Front Page Tech y Genius Bar Podcast. Los vĆdeos mostraban funcionalidades inĆ©ditas del sistema operativo, desde un renovado diseƱo de la app CĆ”mara hasta el nuevo lenguaje visual conocido como Liquid Glass.
Apple asegura que descubrió el incidente gracias a una denuncia anónima. En el proceso de investigación interna, logró obtener una nota de voz en la que Ramacciotti pedĆa disculpas a Lipnik y reconocĆa la implicación de Prosser en la planificación de la acción. Como respuesta, la compaƱĆa decidió despedir al ingeniero por no haber protegido la confidencialidad de sus desarrollos.
La empresa subraya que el dispositivo involucrado albergaba información aún no desvelada públicamente, lo que incrementa la gravedad de la filtración.
Las demandas legales y la postura de los implicados
En la documentación presentada ante el tribunal, Apple solicita una orden judicial que impida nuevas divulgaciones y exige la destrucción de cualquier material confidencial que Prosser o Ramacciotti tengan en su poder. La compaƱĆa tambiĆ©n reclama compensaciones económicas por los daƱos ocasionados y pretende sentar un precedente legal bajo el Defend Trade Secrets Act y el Computer Fraud and Abuse Act, normativas estadounidenses destinadas a proteger secretos comerciales.
Jon Prosser, por su parte, ha negado pĆŗblicamente su implicación en la obtención no autorizada del iPhone de desarrollo. A travĆ©s de sus redes sociales, ha insistido en que no conspiró para acceder al dispositivo ni fue consciente del modo en que se obtuvo la información filtrada, defendiendo el carĆ”cter periodĆstico de sus publicaciones. Prosser afirma disponer de pruebas que respaldan su versión.
La demanda también señala a Ramacciotti como posible beneficiario de algún tipo de recompensa económica o laboral por su papel en el acceso al terminal. Este caso, pues, abre la puerta a posibles repercusiones legales no solo para los divulgadores de contenido, sino también para quienes facilitan información desde dentro de las empresas tecnológicas.
Filtraciones, diferencias y consecuencias en el ecosistema tecnológico
No es la primera vez que Apple toma acciones legales por revelación de secretos industriales, pero sĆ supone un hecho singular que el demandado sea un influyente miembro de la prensa tecnológica. La compaƱĆa habĆa mostrado anteriormente su preocupación por las filtraciones, pero esta demanda envĆa un mensaje especialmente contundente a quienes difunden material confidencial con base en accesos no autorizados.
Cabe destacar que otros filtradores con alto perfil, como Mark Gurman, no han sido objeto de demandas similares. Analistas del sector apuntan a que la diferencia clave reside en la forma de presentar la información: mientras Gurman basa su trabajo en textos y anĆ”lisis, Prosser se ha centrado en mostrar recreaciones visuales detalladas obtenidas directamente de imĆ”genes o vĆdeos de versiones de software en desarrollo.
El caso pone en el punto de mira la delgada lĆnea entre informar sobre novedades tecnológicas y participar en la explotación de secretos industriales. Las acciones legales podrĆan influir en la futura relación entre prensa, youtubers, empleados de grandes compaƱĆas y el propio pĆŗblico, que suele demandar cada vez mĆ”s información anticipada sobre lanzamientos destacados.
El proceso, que aún estÔ en sus primeras fases, busca sentar las bases de hasta dónde puede llegar la publicación de material inédito y qué consecuencias puede tener tanto para los responsables directos como para quienes participan indirectamente en la divulgación.
Esta demanda ha generado numerosas reacciones, tanto de apoyo como de crĆtica, respecto al equilibrio entre libertad de información y protección de la propiedad intelectual. La opinión pĆŗblica y los tribunales tendrĆ”n mucho que decir en los próximos meses, estableciendo los lĆmites de la filtración y la difusión de contenidos en el Ć”mbito tecnológico.