Con ello Apple quiere que las aplicaciones que instales lleven todos los requisitos de calidad en cuento a seguridad, evitando así la instalación de malware u otro tipo de programas sospechosos. Para ello endurece los filtros que deben pasar las apps que posteriormente instalamos en nuestro Mac, a través del programa de certificación del programa de identificación de desarrolladores.
Este será el primer paso para la certificación de estas aplicaciones. Aquellas que no tengan el beneplácito de Apple en macOS 10.15 no podrán ser instaladas en nuestro Mac. En el documento interno que se encuentra en la página de notarización de Apple, se indica:
A partir de macOS 10.14.5, todas las extensiones de kernel nuevas o actualizadas y todo el software de desarrolladores nuevo a distribuir con el ID de desarrollador deben estar revisadas para poder ejecutarse.
En una versión futura de macOS, se requerirá la certificación notarial para todo el software
El proceso actual es el siguiente. Cuando un desarrollador tiene una aplicación lista, debe enviarla al sistema de Apple para una análisis detallado, centrado en buscar software malicioso. Las aplicaciones que no se distribuyen a través de la Mac App Store llevan un control mas riguroso. Cuando el software consigue la validez de Apple, se genera un ticket asignado a la aplicación, este código será el que valide Gatekeeper y permite que el proceso de instalación continue.
Aunque inicialmente esto suponga más trabajo para los desarrolladores al tener que preparar la aplicación según los controles de Apple, a medio y largo plazo puede reportarles mayores ingresos al evitar la instalación de versiones piratas de sus aplicaciones.
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