Uno de los principales problemas a los que se ha enfrentado Apple a la hora de renovar la gama MacBook Pro, era Intel, y sus continuos retrasos a la hora de lanzar los procesadores adaptados a la gama MacBook. Desde el año 2012, se está rumoreado que Apple podría comenzar a utilizar procesadores ARM fabricados por ellos para poder así reducir la dependencia de Intel y otro fabricantes en el proceso de fabricación de su gama de ordenadores. De momento, y según publica Bloomberg, Apple ya ha dado los primeros pasos en este sentido, pasos que de momento son muy pequeños.
Según Bloomberg, Apple está trabajando en procesadores ARM basados en el T1, el procesador que actualmente gestiona el Touch Bar y el sensor de huellas de los nuevos MacBook Pro, T1. Este nuevo procesador, que llevaría el nombre T310 iría destinado a gestionar las funciones de bajo consumo de los MacBook Pro, por lo que trabajaría de forma conjunta con el procesador de Intel. Estas funciones incluían el modo Power Nap, que cuando el Mac está reposo es capaz de instalar actualizaciones, sincronizar iCloud y descargar correos.
Este nuevo procesador, liberaría de tareas al de Intel, y al ser de bajo consumo permitía ampliar la duración de la batería de los MacBook Pro. Todo eso es la teoría según Bloomberg, pero en la práctica, el MacBook de 12 pulgadas realiza todas esas funciones cuando está activado ese modo y el consumo de batería apenas de se ve afectado, por lo que realmente no es proceso que pueda afectar seriamente a la batería.
La idea de Apple es acabar con el diseño de este nuevo procesador para poder lanzarlo junto con la primera actualiación de los MacBook Pro que llegará al mercado a finales de año, y que según la mayoría de rumores, ya estaría disponibles con 32 GB de memoria RAM, ya que los modelos actuales únicamente alcanzan 16 GB, uno de los motivos por los que la compañía ha sido criticada muy duramente tras lanzar estos nuevos dispositivos.