El presidente de los EEUU Donald Trump ha vuelto ha lanzar un órdago contra la administración China. Ha vuelto a establecer un veto comercial a productos asiáticos. China por su parte no se va a quedar con los brazos cruzados y puede contraatacar. Los verdaderos perdedores de todos estos encontronazos, seremos los usuarios finales porque China advierte con bloquear los suministros a empresas como Apple o Qualcomm.
Otra vez vuelve el Señor Trum a las andadas. Se podría bloquear los envíos de semiconductores que son el «producto directo de cierto software y tecnología de Estados Unidos».
De esta manera China se quedaría sin materiales necesarios para la fabricación de determinados dispositivos. Pero claro, China es lo suficientemente autónoma como para poder tomar sus propias medidas en contra. Esto va a afectar a empresas como Apple que necesita de las importaciones de algunos productos que se fabrican en China.
De hecho el gobierno asiático está planteándose “contramedidas contundentes para proteger sus propios derechos legítimos», según ha expresado el Global Times, periódico subsidiario del Partido Comunista de China.
Beijing parece tener la mira puesta en aquellas empresas estadounidenses que dependen en gran medida del mercado chino, incluyendo Apple, Qualcomm, Cisco y Boeing.
Se vuelve a repetir la historia que ya ocurrió en mayo de 2019. El gobierno de Estados Unidos impuso una prohibición a Huawei. Impedía adquirir tecnología estadounidense y prohibió a las empresas de telecomunicaciones estadounidenses utilizar equipos producidos por Huawei.
Esa prohibición inspiró, que en China algunas empresas amenazaran con despedir a empleados que usaban los productos de la compañía americana en lugar de los chinos.
Finalmente la sangre no llegó al río, pero ahora puede que las cosas empeoren y China sí cumpla sus amenazas por lo que Apple al igual que otras empresas podrían, sufrir carencias de abastecimiento y por tanto los plazos de entrega aumentarían.