Parece ser que Apple se lo ha pensado dos veces, y se ha echado atrás en el caso «Anfetamina«. La verdad es que era muy excesiva la postura que había adoptado la compañía en este tema. Era demasiado obligar al desarrollador de la aplicación a cambiar su nombre, «Anphetamina», sino quería ser expulsado inmediatamente de la App Store de Apple.
Estamos muy deacuerdo en la política de Apple de «velar» por la seguridad de sus usuarios, vigilando constantemente el contenido de las aplicaciones que se pueden descargar de la App Store, pero hasta el punto de prohibir una simplemente porque no le gusta el nombre, es pasarse de la raya.
Como ya publicábamos en el día de ayer, Apple había advertido al desarrollador de la aplicación «Anfetamina» de que si no cambiaba su nombre sería retirada de la App Store inmediatamente. Según el desarrollador, William Gustafson, Apple había amenazado con eliminar la aplicación debido a su nombre, diciendo que violaba la directriz 1.4.3 relacionada con «consumo de tabaco y productos de inhalación, drogas ilegales o cantidades excesivas de alcohol».
«Anphetamine» es una aplicación gratuita disponible en la Mac App Store diseñada para evitar que tu Mac entre en reposo. Fue lanzada en 2014 y ha estado en la Mac App Store desde entonces, sin ningún problema, pero esta semana Apple se puso en contacto con su creador William Gustafson advirtiendo de la acusación de que la aplicación viola las directrices de App Store, y que sería retirada de la tienda de aplicaciones de Apple si no cambiaba el nombre.
Gustafson se ha negado a ello, esgrimiendo que el nombre de la aplicación y su icono no representa ninguna droga, sino un medicamento con fines terapéuticos. Parece que la compañía ha entrado en razones, y hoy se ha puesto en contacto con el desarrollador para indicarle que la aplicación puede permanecer en la App Store con ese nombre, sin necesidad de cambiarlo.
La verdad es que hubiera sido un sin sentido enorme. Hay muchas otras aplicaciones en la App Store con referencias a drogas legales e ilegales, en muchos casos mucho más flagrantes que la anfetamina, que al fin de al cabo, te la puede recetar cualquier médico y comprarla en la farmacia. Caso resuelto.