
Si eres usuario de Mac, seguro que en algún momento te has topado con el temido mensaje de “espacio lleno en disco”. No importa si tienes un MacBook con SSD de 128GB, 256GB o incluso más, con el tiempo el espacio nunca parece suficiente. Fotos, vídeos, apps, proyectos multimedia y archivos temporales acaban llenando hasta el último rincón del almacenamiento. La buena noticia es que ampliar el espacio en tu Mac es posible y mucho más sencillo de lo que imaginas, sin tener que hipotecar tu cartera ni perder tus archivos importantes. Veamos cómo añadir almacenamiento a un Mac.
En esta guía práctica y detallada, vas a descubrir todas las formas efectivas para añadir almacenamiento a tu Mac, organizar archivos y optimizar el uso del espacio libre. Aquí encontrarás estrategias para todos los niveles, desde funciones integradas en macOS hasta soluciones externas y en la nube, pasando por trucos que muchos usuarios pasan por alto. ¡Prepárate para decir adiós al estrés por falta de espacio y disfruta de un Mac más rápido y eficiente!
¿Por qué se llena tan rápido el almacenamiento de tu Mac?
Puede resultar sorprendente lo rápido que el espacio disponible en un Mac llega a cero. Esto tiene explicación: los archivos multimedia actuales son cada vez más pesados, las aplicaciones ocupan más y el propio sistema operativo requiere gigas para funcionar correctamente. Además, con el uso diario van apareciendo archivos temporales, duplicados o datos que ya no recordabas tener.
macOS clasifica el espacio de almacenamiento en varias categorías que puedes consultar desde el menú Apple en la parte superior izquierda, seleccionando “Acerca de este Mac” y luego “Almacenamiento”. Allí verás:
- Apps: Todas las aplicaciones instaladas, incluidas las que vienen con el sistema y las que has descargado.
- Documentos: Archivos personales, proyectos, descargas y todo lo que guardas tú mismo.
- Datos de Sistema: Cachés, copias antiguas, archivos temporales y librerías ocultas.
- macOS: Los archivos imprescindibles para que el sistema funcione.
Cada usuario es un mundo, pero los principales culpables suelen ser los proyectos multimedia, las apps olvidadas, la acumulación de descargas y las cachés del sistema. Identificar dónde se va tu espacio es el primer paso para liberarlo o ampliarlo.
Limitaciones y consideraciones del almacenamiento en los Mac modernos
Antes de lanzarte a comprar discos o ampliar la nube, conviene conocer algunas limitaciones propias de los Mac actuales:
- El coste del almacenamiento interno es elevado. Comprar un MacBook con mayor capacidad suele disparar el precio. Por ejemplo, optar por un modelo con 1TB o 2TB puede duplicar el presupuesto frente al básico de 256GB.
- No es posible actualizar el almacenamiento interno en muchos modelos. Especialmente los MacBook con chips M1, M2 o superiores, ya que la memoria SSD viene soldada y no permite mejorarla más adelante.
- La actualización física solo es viable en modelos antiguos o Mac de escritorio específicos mediante un profesional, pero perderías la garantía y es un proceso más delicado.
Por ello, la mayoría de usuarios apuestan por soluciones externas, la nube o la gestión inteligente del espacio existente.
Primeros pasos: detecta qué ocupa espacio y elimina lo innecesario
El truco número uno antes de buscar expansión física es liberar espacio de tu almacenamiento actual usando las herramientas del sistema:
- Haz clic en el menú Apple > Acerca de este Mac > Almacenamiento > Gestionar. Accederás a un gráfico visual donde verás con detalle el uso por categorías y archivos.
- Revisa las recomendaciones de macOS: el propio sistema te sugerirá borrar archivos grandes, apps no utilizadas, limpiar la papelera automáticamente, optimizar fotos en iCloud, etc.
- Elimina archivos voluminosos: Localiza proyectos de vídeo, fotos antiguas o documentos pesados que ya no uses. Puedes moverlos a un disco externo o borrarlos si han dejado de ser necesarios.
No subestimes el poder de una limpieza a fondo. Herramientas como CleanMyMac o MacKeeper pueden ayudarte a encontrar archivos antiguos, cachés y duplicados que ocupan espacio sin que te des cuenta.
Métodos principales para ampliar el almacenamiento de tu Mac
Supongamos que ya has hecho limpieza y sigues necesitando más espacio. Existen alternativas muy variadas para ampliar la capacidad de tu Mac sin necesidad de abrirlo ni gastar una fortuna. Veamos los métodos más útiles, sus ventajas y recomendaciones:
Añadir almacenamiento externo: discos duros, SSD y memorias USB
La opción más directa y económica para la mayoría de usuarios es conectar un disco duro externo o un SSD portátil. Puedes usarlos para almacenar fotos, vídeos, bibliotecas de música, copias de seguridad o incluso ejecutar aplicaciones directamente desde el disco externo.
- Discos duros (HDD): ofrecen mucha capacidad a buen precio, ideales para guardar grandes cantidades de archivos o copias de seguridad. Más lentos que los SSD pero perfectos para archivos que no uses a diario.
- SSD externos: más caros pero mucho más rápidos, idóneos para quienes trabajan con edición de vídeo, fotografía o trasladan archivos grandes de forma constante.
- Memorias USB: una solución cómoda, portátil y cada vez con más capacidad. Perfectas para transferencias rápidas o almacenamiento temporal.
Conecta el dispositivo, espera a que macOS lo reconozca y ya puedes mover allí tus archivos pesados. No olvides expulsar correctamente el disco antes de desconectarlo para evitar corrupciones.
Tarjetas SD: el truco para sumar espacio físico
Si eres de los afortunados con un MacBook que incluye ranura para tarjetas SD, puedes comprar una tarjeta de alta capacidad (por ejemplo, 512GB o 1TB) y usarla como unidad permanente. Es una alternativa muy práctica para ampliar espacio sin necesidad de cargar accesorios voluminosos.
- Elige una tarjeta SDXC compatible con tu modelo y con buena velocidad de lectura/escritura.
- Si tu equipo no tiene ranura SD, existen adaptadores USB-C o Thunderbolt que permiten conectar tarjetas de memoria fácilmente.
Ideal para mantener siempre conectada la biblioteca de fotos, vídeos o documentos que no quieras perder.
Almacenamiento en red (NAS)
Otra alternativa si tienes varios dispositivos o trabajas en casa/oficina es emplear un NAS (Network Attached Storage). Se trata de un disco duro conectado al router que te permite guardar archivos accesibles desde cualquier Mac, PC o dispositivo en la red local o incluso desde fuera de casa.
- Permite compartir archivos fácilmente entre varios usuarios.
- Es perfecto para copias de seguridad automáticas y acceso remoto.
- La velocidad depende de tu conexión de red, suele ser algo más lenta que la de un disco conectado directamente.
Expande el almacenamiento con iCloud (y otras nubes)
Comprar espacio adicional en la nube es una opción cada vez más popular. iCloud está totalmente integrado en macOS y te permitirá almacenar fotos, documentos y copias de seguridad sin ocupar sitio en el disco local.
- La cuenta gratis de Apple ofrece 5GB en iCloud, pero puedes ampliar a 50GB, 200GB, 2TB o incluso mucho más con iCloud+ pagando una tarifa mensual.
- Gracias a la sincronización automática, tus archivos estarán disponibles en todos tus dispositivos Apple.
- Puedes configurar el sistema para optimizar el almacenamiento, de modo que los archivos menos usados solo estén en la nube y se descarguen bajo demanda.
- Soluciones alternativas como Dropbox, Google Drive o OneDrive también sirven, aunque suelen hacer “mirroring” y ocupan espacio local si no se configuran correctamente.
Para ampliar aún más tu capacidad, combina soluciones: mueve archivos a discos externos, amplía el almacenamiento en iCloud, utiliza tarjetas SD si tu modelo lo permite y no dudes en invertir en un buen disco SSD portátil. Así, tu Mac estará preparado para cualquier reto, tus archivos estarán seguros y trabajar sin límites será una realidad.
¿Es posible actualizar el SSD interno en Mac?
La respuesta corta es que en los modelos recientes de MacBook, Mac mini y iMac, no es posible ampliar el SSD interno una vez lo compras, salvo en algunos modelos de los primeros años de los MacBook Pro Retina o Mac de sobremesa antiguos. Si tienes uno de estos dispositivos y te planteas el cambio, delega la tarea en un servicio autorizado o profesional, ya que existe riesgo de perder la garantía y dañar la placa base. Para la mayoría, compensa más apostar por discos externos.
Técnicas clave para liberar espacio y mantener tu Mac optimizado
Aplicar estas estrategias de limpieza regular es fundamental para maximizar el espacio disponible y evitar que el disco se llene rápidamente:
Detectar y eliminar archivos grandes y duplicados
No es raro encontrar proyectos olvidados que ocupan varios gigas sin que los necesites. Utiliza el gestor de almacenamiento integrado de macOS o apps específicas como CleanMyMac o Gemini para detectar:
- Archivos voluminosos que puedes mover o borrar.
- Archivos duplicados que solo ocupan sitio innecesariamente.
Haz una revisión periódica y verás cómo recuperas espacio fácilmente.
Vaciar la papelera automáticamente
Cada archivo que eliminas va a la Papelera y aunque pienses que ya no ocupa sitio, realmente no liberas espacio hasta que la vacías. Configura tu Mac para vaciarla automáticamente cada 30 días desde las Preferencias del Sistema o bien recuerda hacerle limpieza periódicamente.
Revisa la carpeta Descargas

La carpeta de Descargas suele convertirse en un verdadero “vertedero digital” lleno de archivos temporales, instaladores y documentos que solo usaste una vez. Haz borrón y cuenta nueva revisando, ordenando y eliminando lo que no necesitas. Ordena por tamaño para ver rápidamente qué está ocupando más sitio.
Desinstala aplicaciones innecesarias
A veces instalamos utilidades “por si acaso” y luego nos olvidamos de ellas, pero siguen ocupando espacio. Revisa periódicamente la carpeta de Aplicaciones y elimina las que no usas, idealmente con una app como CleanMyMac que borra también cachés y archivos asociados.
Gestiona las capturas de pantalla y el escritorio
El escritorio es el lugar donde se acumulan más capturas de pantalla, imágenes y documentos temporales. Utiliza la función ‘Pilas’ de macOS para agrupar archivos por tipo y elimina lo que ya no necesitas. Así, mantienes el escritorio ordenado y evitas el consumo innecesario de almacenamiento.
Elimina cachés y archivos temporales
El sistema y las aplicaciones generan cachés y archivos temporales que pueden llegar a ocupar decenas de gigas. Apps como CleanMyMac o herramientas similares permiten limpiar todo ello con seguridad. Si nunca lo has hecho, notarás una liberación de espacio considerable.
Otras estrategias para optimizar aún más: consejos prácticos
Además de los métodos vistos, te recomendamos los siguientes trucos y opciones avanzadas para aprovechar cada mega:
- Guarda archivos multimedia en discos externos y deja en el Mac solo lo imprescindible para el día a día.
- Elimina archivos de correo no deseado y archivos adjuntos antiguos (especialmente si usas la app Mail).
- Borra copias de seguridad antiguas de iPhone o iPad que guardaste en el Mac y ya no necesitas.
- Comprueba la carpeta Usuarios/Compartido por si quedan datos de cuentas eliminadas.
- Comprime archivos que no uses a menudo, así ocuparán menos y podrás descomprimirlos cuando los necesites.
- Si hay varios usuarios en el equipo, pide que cada uno haga limpieza en su perfil.
Recuerda: un Mac con espacio suficiente es un Mac que funciona más rápido y mejor. Llevar a cabo limpiezas periódicas y seguir las recomendaciones de macOS es la mejor garantía para no volverte a encontrar con el aviso de “disco lleno”.
Para ampliar aún más tu capacidad, combina soluciones: mueve archivos a discos externos, amplía el almacenamiento en iCloud, utiliza tarjetas SD si tu modelo lo permite y no dudes en invertir en un buen disco SSD portátil. Así, tu Mac estará preparado para cualquier reto, tus archivos estarán seguros y trabajar sin límites será una realidad.




