Conectar tu iPhone a un Apple TV, a un Mac o a una pantalla inteligente compatible puede ser tan sencillo como tocar un botón si sabes dónde buscar. Ya sea para ver tus vídeos en grande, compartir fotos con la familia o llevar una presentación a una sala de reuniones, aquí tienes todas las formas de conseguirlo, sin misterios y con una guía clara.
En esta guía práctica repasamos cómo enviar contenido con AirPlay, cómo duplicar la pantalla del iPhone o iPad, qué ajustes tocar para que las conexiones automáticas no te den sorpresas y qué alternativas tienes si prefieres Chromecast o un cable HDMI o VGA. Además, incluimos detalles útiles como la diferencia entre opciones Automático, Preguntar o Nunca, y qué hacer si tu tele no es de última generación.
Requisitos básicos: red Wi‑Fi y compatibilidad
Antes de nada, asegúrate de que el iPhone (o iPad) y el dispositivo al que vas a enviar contenido comparten la misma red Wi‑Fi. Esto aplica a Apple TV, a televisores inteligentes compatibles con AirPlay y a ordenadores Mac. Estar en la misma red es la base de una conexión estable.
Comprueba que el equipo receptor es compatible con AirPlay. Los Apple TV a partir de la segunda generación permiten AirPlay, y muchas smart TV actuales indican en sus especificaciones si son compatibles con AirPlay 2.
Si vas a usar un Mac como pantalla receptora, también puede recibir contenido mediante AirPlay y mostrar controles de reproducción cuando sitúas el puntero sobre el vídeo. Este detalle es muy práctico si quieres pausar, avanzar o retroceder sin tocar el iPhone.
Ten en cuenta que la documentación oficial actualizada (marzo de 2025) confirma estos requisitos básicos de red y compatibilidad. Es un buen indicio de que los pasos que verás a continuación están alineados con lo más reciente.
Si no compartes la red o el equipo no es compatible, considera las opciones por cable (HDMI/VGA) que veremos más adelante. Son soluciones directas, especialmente útiles cuando no hay Wi‑Fi disponible.
Enviar vídeos y fotos por AirPlay desde tus apps
AirPlay te permite mandar vídeos y fotos desde apps del iPhone directamente a un Apple TV, a una smart TV compatible o a un Mac. Es ideal para reproducir un vídeo de tu carrete, una película de una app compatible o un álbum de fotos en la tele. Para ampliar tus opciones, también puedes aprender cómo conectarte a Internet desde tu iPhone y así transmitir contenido sin complicaciones.
Encuentra el contenido que quieres reproducir en tu iPhone. Abre la app (por ejemplo, Fotos o una app de vídeo) y localiza el vídeo o las fotos que quieras transmitir a la pantalla grande.
Toca el botón de AirPlay en la app. En algunas apps puede que primero tengas que tocar otro icono; por ejemplo, en Fotos toca Compartir y después elige AirPlay. El botón de AirPlay aparece como opción para seleccionar el dispositivo destino.
Elige tu Apple TV, tele compatible o Mac en la lista de dispositivos disponibles. Si es la primera vez, puede que te pida confirmar la conexión; selecciona el equipo correcto y espera unos segundos.
Para detener la transmisión, vuelve a tocar el botón AirPlay en la app y, cuando aparezca la lista, selecciona tu iPhone para cortar la reproducción remota. Así recuperarás la reproducción local en el teléfono. También puedes consultar cómo conectar y usar CarPlay para compatibilidad adicional.
Configurar AirPlay y Continuidad/Handoff para conexiones sugeridas o automáticas
iPhone y iPad pueden sugerirte o incluso iniciar conexiones automáticas con tus dispositivos AirPlay habituales, según tu configuración de AirPlay y Handoff. Esto es muy cómodo si sueles usar la misma tele o Apple TV, pero quizá prefieras tener el control manual. Para entender cómo se configura, puedes visitar cómo conectarte a Internet desde tu iPhone y ajustar las opciones fácilmente.
Para ajustar estas opciones en iOS/iPadOS, ve a Ajustes > General > AirPlay y Handoff (o AirPlay y Continuidad) y entra en AirPlay automático. Aquí eliges el comportamiento que prefieres al reproducir desde apps compatibles con AirPlay.
Elige entre Automático, Preguntar o Nunca: Automático permite que se establezcan conexiones sugeridas o automáticas con dispositivos frecuentes; Preguntar muestra notificaciones para aceptar o descartar; Nunca te obliga a elegir el destino manualmente cada vez.
Si recibes una sugerencia automática y no quieres conectarte, puedes ignorarla o descartarla y seguir usando la reproducción en tu iPhone. También existe la posibilidad de tocar Deshacer para cortar rápido y seleccionar otro destino de forma manual.
Duplicar la pantalla del iPhone o iPad en la TV o el Mac
La duplicación de pantalla (Screen Mirroring) muestra en la tele exactamente lo que ves en tu iPhone o iPad. Es perfecta para enseñar una app concreta, un documento o navegar por presentaciones con toda la sala pendiente. También puedes consultar qué hacer si tu Apple TV no funciona en caso de problemas con la conexión.
Abre el Centro de control de tu iPhone o iPad: en iPhone X o modelos posteriores, y en iPad con iPadOS 13 o posterior, desliza hacia abajo desde la esquina superior derecha; en iPhone 8 o anteriores (o iOS 11 o anterior), desliza hacia arriba desde el borde inferior.
Toca Duplicar pantalla y elige tu Apple TV, tele compatible o Mac en la lista. Espera a que se establezca la conexión; la imagen del iPhone aparecerá en la pantalla.
Si ves un código de AirPlay en la tele o en el Mac, introdúcelo en tu iPhone o iPad para confirmar. Es un paso de seguridad habitual para evitar conexiones no deseadas. Para configuraciones similares, también puedes aprender cómo conectar un teclado externo a tu iPhone.
Para dejar de duplicar, vuelve al Centro de control, toca Duplicar pantalla y luego Dejar de duplicar. Si usas Apple TV, también puedes pulsar el botón Menú en el Siri Remote para salir de la duplicación.
Apple TV: qué es, cómo se configura y qué puedes hacer
Apple TV es un pequeño dispositivo que se conecta al televisor por HDMI y abre la puerta a AirPlay, apps de streaming y más. Si buscas sencillez y un ecosistema bien integrado, es la vía más cómoda para usar tu iPhone o iPad en la tele.
Pasos básicos para ponerlo en marcha: conéctalo a la corriente, usa un cable HDMI para unirlo a la tele y configura la conexión a Internet, ya sea por Ethernet o por Wi‑Fi. Una buena referencia para ello es . Una vez listo, podrás acceder a apps como Netflix, HBO, YouTube o Facebook, además de la App Store.
Para duplicar la pantalla del iPhone o iPad con AirPlay necesitas un Apple TV de segunda generación o posterior. Los modelos más modernos, además de AirPlay 2, aportan mejoras de rendimiento y compatibilidad con apps actuales.
En algunas referencias se señala un precio aproximado de 169 € para adquirir un Apple TV, aunque puede variar según la tienda y el modelo. Valora tu uso: si además de duplicar contenido quieres apps y servicios de streaming, la inversión suele merecer la pena.
Si sueles hacer presentaciones o eventos, aprovecharás AirPlay para proyectar documentos, vídeos o webs sin cables y con una calidad muy estable. Es una solución cómoda para entornos domésticos y profesionales.
Alternativas sin Apple TV: Chromecast y otros escenarios
Si no tienes Apple TV, Chromecast es una alternativa popular que se conecta por HDMI y añade funciones “smart” a tu tele. Aunque está más orientado al ecosistema de Google, también es compatible con dispositivos Apple para ciertas apps. Para más información, te puede resultar útil aprender cómo evitar que una captura de imagen se abra automáticamente al conectar tu iPhone.
Configurar Chromecast es sencillo: enchúfalo a la corriente y al puerto HDMI del televisor, realiza la configuración inicial y descarga su app en el iPhone o iPad para empezar a emitir contenido compatible.
Ten presente que, comparado con Apple TV, Chromecast puede ofrecer un catálogo de apps compatible más limitado para iPhone. Aun así, en hogares con móviles variados (Android y iPhone) puede ser una solución muy práctica.
Si tu objetivo es la máxima compatibilidad con AirPlay y la duplicación de pantalla del iPhone, el Apple TV sigue siendo la opción más completa. Chromecast brilla en streaming de apps concretas y en entornos mixtos.
Para oficinas, ferias y eventos, existen servicios de alquiler de equipos que incluyen Apple TV y adaptadores, con la configuración preparada para que “enchufes y uses”. Para ello, puedes consultar cómo conectar y usar CarPlay en tus dispositivos.
Conexión por cable: HDMI, VGA y video compuesto
Si prefieres prescindir del Wi‑Fi o buscas la opción más directa, puedes conectar el iPhone a la tele con cables y un adaptador adecuado. Es rápido y fiable, perfecto en entornos con interferencias o sin acceso a la red inalámbrica. Para saber qué adaptadores necesitas, revisa cómo conectar tu iPhone a un ordenador mediante un cable.
Adaptadores para iPhone: según tu modelo, necesitarás un adaptador AV de Lightning (para iPhones modernos) o un adaptador AV de 30 pines (para dispositivos más antiguos). Estos adaptadores convierten la salida del iPhone para conectarla a HDMI o VGA.
HDMI vs. VGA: el HDMI transporta imagen y sonido, por lo que es la opción preferible para televisores actuales. El VGA solo lleva la señal de vídeo; si usas VGA, tendrás que sacar el audio por un método alternativo.
Televisores muy antiguos: si tu TV no tiene HDMI ni VGA, todavía puedes recurrir a un cable compuesto AV, que ofrece compatibilidad con entradas clásicas. La calidad será menor, pero te servirá para “salir del paso”.
Ventajas y desventajas del cable: con cable te evitas configuraciones y dependencias de la red, pero pierdes la comodidad de moverte libremente. Si no te importa conectar y elegir el canal de entrada, es una forma muy práctica de duplicar la pantalla sin complicaciones.
Consejo final: si lo que quieres es ver un vídeo puntual, abrir un álbum de fotos o reproducir una app compatible, AirPlay desde la app con el botón correspondiente suele ser lo más rápido. Para enseñar el iPhone tal cual en una reunión o clase, la duplicación de pantalla te da justo lo que necesitas. Y si en tu casa hay mezcla de dispositivos, un Chromecast puede cubrirte para streaming básico, mientras que con un cable HDMI siempre tendrás un “plan B” que funciona incluso sin Wi‑Fi.