Como buena amante de la música, ya había investigado acerca de la calidad del sonido de los -por aquel entonces nuevos- EarPods que habían revolucionado la definición de los graves. La capacidad que ofrece un iPhone de transmitir un sonido de alta calidad a través de la simple salida minijack siempre me pareció verdaderamente admirable, pero los análisis y opiniones que había leído sobre los EarPods me resultaban tal vez un poco exagerados. Hasta que tuve la oportunidad de probarlos.
Yo, acérrima defensora del rock contemporáneo y del sonido redondo de una buena línea de bajo, quise poner a prueba esa explosión de graves de la que tanto había leído. Salí a la calle, conecté mis nuevos EarPods, busqué en mi lista de reproducción de iTunes el tema más electrónico que soy capaz de escuchar hasta el final, subí el volumen y puse todos mis sentidos en el sonido: sencillamente espectacular.
Pero no todo iba a ser perfecto. Mientras caminaba absorta probando ecualizaciones y disfrutando de la brutal profundidad de los graves y el perfecto equilibrio entre medios y agudos, comprobé que los cascos no encajaban bien y se salían con el movimiento del cable. Ésto suponía un verdadero fastidio ya que no lograba a un aislamiento completo del sonido externo y, aún peor, si no los presionaba hacia adentro, el sonido se perdía y los graves quedaban difusos.
Para el desarrollo de los EarPods, Apple puso a prueba más de 100 tipos de modelos en más de 600 testers sometidos a diversas pruebas físicas durante el uso de los cascos, de manera que los ingenieros pudieran dar con un diseño efectivo para la mayoría. Sin embargo, cada persona es un mundo y, como cabe esperar, sus oídos, también.
Después de haber probado la calidad de los EarPod ni siquiera los monitores In Ear de Shure que utilizo en los directos me parecían ya lo suficientemente profundos. Dispuesta a encontrar una solución, navegué por internet hasta encontrar una gran lista de usuarios con el mismo problema: los EarPods no encajaban correctamente en el pabellón auditivo de muchos de ellos y, por lo tanto, terminaban cayéndose. Sólo investigando un poco más, llegué hasta tres accesorios que por un precio muy asequible pueden solucionar este problema.
Sprng: una solución eficiente para mantener los EarPods en su sitio
Este accesorio me pareció el más sencillo y, sin pensarlo dos veces, lo encargué en la misma web de Sprng. Antes de que se cumpliera una semana desde el pedido, ya lo tenía en casa.
Se trata de una lámina de goma suave y flexible en un packaging minimalista, elegante y muy funcional. La instalación es muy sencilla, sólo hay que encajar la base de cada auricular en el canal de goma y ajustar la longitud que nos resulte más cómoda.
La lámina termina en forma de clip que queda acoplado en el cartílago. No he notado molestia alguna y, aunque tampoco fija la posición a la perfección, los cascos se mantienen en su sitio sin llegar a salirse, por lo que cumple con su misión.
Earhoox: una opción más sobria y ajustada
Los Earhoox se presentan en dos modelos diferentes que pueden adaptarse a una gran cantidad de cascos en varios colores a elegir. La marca asegura una fijación ajustada y permanente en cualquier tipo de actividad, y el dispositivo es también de instalación sencilla: una funda de goma que alberga el casco y lo fija al oído mediante una pequeña extensión que queda dentro del cartílago.
Earbudy: una sujeción externa para los EarPods
Los Earbudy presentan un formato que ya conocíamos en cascos para running y otros deportes: un gancho de goma que se coloca alrededor del cartílago externo y que mantendrá los EarPods dentro del pabellón auditivo en su correcta posición. También disponible en varios colores y con una banda ajustable para asegurar la máxima comodidad.
Y tú ¿tienes problemas con la fijación de los EarPods? Si conoces alguno de estos accesorios o has tenido la oportunidad de probarlos, déjanos tu experiencia en los comentarios.
Genial y útil artículo.
Genial, gracias por la aportación!
Has probado ponerte el del derecho en el izquierdo y viceversa? parece una tontería y lo malo es que no escuchas el tema como lo ha ideado el compositor, es decir la panorámica está invertida pero perfectamente viable. De esta forma quedan un poco inclinados hacia delante pero es la única forma que he conseguido que se mantengan en su sitio sin accesorios, perfectamente encajados.
Cada oreja es un mundo… 🙂