Bob Swan, CEO de Intel, ha anunciado que el próximo 15 de febrero, abandonará la compañía, según afirma el medio CNBC. Aunque se barajan varios nombres, todo apunta a que su sustituto será Pat Gelsinger, actual CEO de VMWare. Los motivos de su abandono todavía no se han hecho públicos pero es probable que tengan que ver con los planes futuros de la compañía y sus últimas decisiones.
Meses antes de la presentación de los nuevos procesadores M1 de Apple con tecnología ARM, las cosas ya no pintaban muy bien para Intel, empresa que en los últimos años daba la sensación de haberse acomodado en su puesto de líder del mercado de los procesadores, una jugaba que poco a poco le está saliendo cara y no solo por el movimiento de Apple, sino también por los avances de AMD.
Pero no son los únicos. Microsoft lleva varios años trabajando en una versión de Windows 10 para procesadores ARM, siendo la Surface X su máximo exponente, aunque en cuanto potencia todavía deje mucho que desear por lo que se espera que más tarde o más temprano, la compañía de Satya Nadella siga el mismo camino de Apple, y por ende, el resto de fabricantes.
Intel se ha caracterizado en los últimos años por retrasar continuamente el lanzamiento de nuevos procesadores al encontrarse con problemas a la hora de adoptar procesos de fabricación con un menor número de nanómetros, todo lo contrario de AMD, quien poco a poco y debido a estos retrasos, ha ido haciéndose por una importante cuota de mercado de Intel.
En diciembre pasado, un fondo de cobertura dirigió una carta a Intel instándola tomar medidas inmediatas para retomar el camino del éxito y combatir la amenaza que están suponiendo otras empresas. Está claro que la presión de este fondo de cobertura ha tenido finalmente sus frutos.
Bob Swan llegó al puesto de CEO de Intel oficialmente en enero de 2019, aunque los 6 meses anteriores, también había ejercido como CEO de forma interina. Antes de convertirse en el máximo responsable de Intel, Swan fue el director financiero (CFO).
Tras conocerse la noticia, las acciones de Intel han subido alrededor de un 10% mientras que las de VMware han bajado ligeramente. Está claro que el mercado estaba pidiendo a gritos un cambio en la cúpula de Intel.