El 6 de mayo de 1998 Apple lanzó al mercado su primer iMac. Sin duda un acontecimiento que hizo reflotar a una empresa que estaba bastante tocada de muerte y que si no hubiera acertado de lleno en el mercado con el revolucionario iMac, seguramente hoy todos nosotros llevaríamos un smartphone Android en el bolsillo.
Una explosión de diseño y color que irrumpió como un volcán en erupción en el insulso y aburrido mercado de ordenadores personales. Un acierto por parte de Steve Jobs y su equipo que sin duda ayudó a salvar a una Apple que estaba en decadencia.
Estos días se cumplen 25 años del lanzamiento de un dispositivo, que junto con el primer iPhone y el primer iPad han marcado la historia de Apple. Sin ellos, es posible que ahora no existiera el gigante de la manzanita mordida.
Apple presentó al mundo entero a primeros de mayo de 1998 su revolucionario iMac. Un nuevo concepto de ordenador personal, que no empezó a venderse hasta mediados de agosto del mismo año.
Un ordenador que a priori no tenía unas especificaciones muy profesionales para la época, pero sí contaba con un diseño y un sistema operativo que lo hacía ser diferente de todo lo que existía en el mercado hasta entonces.
Tenía un procesador PowerPC G233 de 3MHz, 32 MB de RAM, un disco duro de 4 GB, un monitor incorporado de 15 pulgadas y unos altavoces estéreo. Pero lo más espectacular era sin duda el diseño de su colorida carcasa. Toda una revolución para la época.
Y junto con su diseño, Apple también inauguró una nueva nomenclatura para sus dispositivos. El iMac fue el primer producto de la compañía en incorporar la «i» como la primera letra del nombre. Tras el iMac, surgieron los famosos iPhone, iPod, iPad, etc, etc.
La mayoría de nosotros conocemos la historia de Apple del siglo pasado. En 1985 los directivos de la compañía «invitaron» a Steve Jobs que la abandonara, y así fue. Y Apple cayó en picado. De tal manera que en 1997 Jobs volvió para intentar salvar a una compañía que estaba al borde de la quiebra.
Y lo logró al año siguiente gracias a su iMac. Gracias a su lanzamiento, Apple ganó ese año más de 400 millones de dólares. Y eso sólo fue el principio. A partir de ahí el crecimiento de la compañía fue espectacular, hasta convertirse en lo que es ahora Apple.