El pasado 25 de marzo, Apple anunció 4 de los servicios con los que la compañía quiere ampliar los ingresos de la empresa que no dependen de las ventas de productos físicos. Apple Card fue una de las apuestas más llamativas en este sentido ya que suponía la entrada de Apple en el sector bancario, aunque no directamente, ya que lo hacía a través de Goldmand Sachs.
Goldmand Sachs afirma que está adoptando un enfoque completamente diferente con la tarjeta Apple Card, ya que está buscando la fidelización del cliente para así poder sacarle la máxima rentabilidad posible. No hace falta recordar que las tarjetas de crédito son uno de los productos más rentables para los bancos.
En el evento IGNITION: Transforming Finance, que se celebró el pasado lunes, Omer Ismail, encargado de la división Marcus de Goldman Sachs, afirmó que no está preocupado por la posible falta de beneficios del nuevo servicio de Apple denominado Apple Card.
Cabe recordar que Apple Pay no tiene ningún tipo de tarifa además de permitir a los usuarios ahorrar dinero en todas las compras que hagan y no permite el acceso a los datos de los clientes a Goldman Sachs, que son las principales vías de ingresos de los bancos a través de las tarjetas de crédito.
Hace una semanas, se publicó una noticia en la que se afirmaba que Citigroup se retiró de las negociaciones con Apple por considerarla un producto no rentable. Según afirma Ismail, Goldman Sachs piensa diferente, ya que si hacer lo correcto por el cliente significa ser menos rentable, no pierdes dinero realmente ya que ganas su lealtad lo que permitirá en un futuro sacarle beneficios a través de otros productos.
Goldman Sachs fue uno de los bancos que se hizo de oro con la crisis de las hipotecas de 2008, aprovechando una oportunidad que le hizo ganar muy mala fama en Estados Unidos, una mala fama que dudo mucho que pueda recuperar ahora haciendo de buen samaritano. Ningún banco es un ONG.
