Cuando Apple presentó el nuevo Macbook de 12 pulgadas con un tamaño increíblemente pequeño, con un teclado de mariposa que facilita enormemente la tarea de escribir para todos aquellos que pasamos muchas horas delante del ordenador y una única conexión USB-C, lo que más llamó la atención, además de la autonomía que nos ofrecía el dispositivo, fue que Apple hubiera pasado de la típica conexión MagSafe que había utilizado desde hace varios años en tal gama de portátiles de la compañía y que impide que nuestro portátil se vaya detrás del cable cuando alguien pasa cerca y arrastra de él, como si de un toro cogiendo carrerilla se tratara.
Si bien es cierto que el USB-C es la conexión del futuro, Apple podría haber optado por mantener la típica conexión MagSafe incluir únicamente el nuevo tipo de conexión, pero es algo a lo que nos tiene acostumbrados Apple. El otro problema al que se enfrentan los usuarios que compren este dispositivo es que no pueden utilizar los discos duros o memorias USB que utilizan hasta el momento a no ser que se hagan con adaptadores o bien que compren el dock que Apple nos ofrece por un módico precio de casi 100 euros.
Afortunadamente, en el mercado tenemos diferentes fabricante que han buscado una solución este problema, más allá de las posibles soluciones que pueden haber llegado a la plataforma de financiación Kickstarter o Indiegogo. Griffin, de sobra conocido por sus accesorios para el ecosistema de Apple, acaba de anunciar un nuevo cable que se engancha a la conexión USB-C del Macbook y al que posteriormente acoplamos el cargador que se une mediante imanes.
El grosor de este pequeño dispositivo es de tan solo 12,8 mm, por lo que podemos dejarlo conectado a nuestro Macbook cuando lo transportamos. BreakSafe como ha bautizado Griffin a este cargador, es compatible con la conexión USB-C del nuevo Macbook y estará disponible a partir del mes de abril por 39,99 dólares.