Si eres uno de esos fans de Apple que no puede pasar sin probar una novedad como lo es la renovación de la línea MacBook (MacBook Air y MacBook Pro Retina 13″) ya puedes hacerlo por ti mismo en alguna de las Apple Store o distribuidores autorizados para ver como funciona por ejemplo la nueva tecnología de Force Touch en el trackpad o la velocidad vertiginosa que alcanzan sus velocidades de almacenamiento. Pero, ¿ha cambiado la disposición interna de componentes para integrarlo todo?, veamos el desamblaje del equipo.
En concreto de nuevo es iFixit, la primera en desmontar el nuevo MacBook Pro Retina descubriendo algunos pequeños secretos que Apple no reveló en la keynote del lunes. Para empezar, el trackpad es mucho más complicado de lo que a priori parece, ya que integra su propio microcontrolador basado en ARM Cortex-M siendo el modelo 32F103 de la compañía ST Microelecronics además de un digitalizador táctil BCM5976 de Broadcom que curiosamente también se encuentra presente en el iPhone 5s y en el iPad Air.
Apple ya confirmó que el MacBook Pro Retina de principios de 2015 lograría una pequeña mejora en la vida de la batería sobre el modelo del año pasado, esto tiene sentido si pensamos que incluye una CPU Intel Broadwell, la cual es más eficiente energéticamente hablando que los anteriores Intel Haswell. Sin embargo, la web de iFixit ha descubierto que también integraría una batería un poquito más grande, hasta 74,9 vatios/hora lo que significa un 4 por ciento más que el último modelo de 2014. Incluso se ha descubierto una serie de celdas de litio-polímero que cubrirían el conjunto del trackpad. Lamentablemente como ya es habitual en algunos equipos de Apple, todas las baterías van con pegamento, una verdadera pena ya que hace que su facilidad a la hora de repararlo baja muchos enteros.
Por otro lado los chicos de iFixit no están del todo convencidos de que el Force Touch incluído en este trackpad sea el mismo que veremos en el » nuevo MacBook » cuando salga 10 de abril, pero es probable que funcione de la misma manera, es decir, una serie de electroimanes crearán un «tira y afloja» en contra de un riel de metal montado debajo del trackpad, esto creará una pequeña vibración mediante retroalimentación con cada clic pudiendo haber una segunda dependiendo de la presión que ejerzamos.
Este feedback se puede ajustar en las preferencias del sistema para hacerlo más cómodo a nuestro gusto, por ahora parece no convencer demasiado a algunos y sin embargo otros están encantados, veremos si este sistema de software/hardware puede suplir el tacto real de un trackpad al uso. Por lo demás todo parece tener una disposición idéntica al anterior MacBook Pro Retina 13″ de 2014 por lo que con la dificultad añadida del pegamento en las baterías, el desmontaje de la misma para acceder al trackpad y la placa base con los chips de memoria RAM soldados a la misma hace que su puntuación de reparabilidad se quede en 1 sobre 10, es decir, el mínimo.
