Una vez conocida la noticia oficial sobre el nuevo impuesto de servicios digitales (DST) que quieren aplicarle a Apple, Google y Amazon, entre otras muchas multinacionales en Europa, las compañías se han puesto manos a la obra y ya han anunciado un paquete de aumento de tasas para los desarrolladores en el caso de Apple, en Google para sus anunciantes y en Amazon para los vendedores externos. En definitiva los que acabarán pagando la tasa impuesta por la Unión Europea son los usuarios, puesto que las compañías ya han rebotado estos aumentos a los desarrolladores y estos a su vez tendrán que subir los precios de sus herramientas y aplicaciones para compensar el coste…
El usuario siempre pierde con estos nuevos impuestos
Lo que tienen que hacer desde la Unión Europea es regular los impuestos que pagan estas grandes multinacionales en su raíz, es decir, en Irlanda. Sí, decimos esto porque allí las grandes multinacionales (todas ellas no solo Apple) tienen sus sedes en las que declaran sus impuestos y en el resto de países de la UE siempre declaran pérdidas, por lo que no pagan impuestos. Ahí está el verdadero problema y es dónde la UE tiene que actuar… Subir o implementar impuestos nuevos a las grandes empresas para compensar estas pérdidas repercuten de lleno en los usuarios ya que se hace una especie de cadena en la que evidentemente la multinacional se sitúa en el eslabón más alto y el usuario en el más bajo.
En el caso de Apple el nuevo impuesto de servicios digitales (DST) hace que Apple aumente sus tasas para los desarrolladores en Francia, Italia, el Reino Unido y Turquía, pero no se descarta que sigan aumentando en otros países.
Google y Amazon están en la misma situación que Apple y ya han anunciado el aumento de precios por el nuevo impuesto. Este es un problema que tienen que solucionar entre la UE y las grandes empresas pero en ningún caso debe pasar lo que ocurre ahora, que es el usuario el que acabará pagando la tasa o nuevo impuesto.
