El gol por toda la escuadra que le ha clavado Apple a la todopoderosa Intel puede tener consecuencias nefastas para el fabricante de chips norteamericano. El acierto de la nueva era de Macs Apple Silicon, con su procesador ARM propio M1 fabricado a medida para Apple, ha dejado estupefacta a la industria de los ordenadores.
Y sobre todo a Intel, porque aparte de perder a un buen cliente, está viendo que no será capaz, al menos por el momento, de contrarrestar el procesador ARM M1 con algún procesador Intel que lo pueda igualar en cuanto a prestaciones y tecnología. Ha encajado un torpedo justo en la línea de flotación.
Intel puede ver su cuota de mercado de ventas de procesadores caer a un nuevo mínimo histórico el próximo año, en gran parte gracias a la decisión de Apple de alejarse del uso de procesadores Intel en sus ordenadores Mac y en su lugar fabricarse su propio procesador ARM a medida.
Y se libra porque el resto de fabricantes de ordenadores basados en Windows no tienen más remedio que seguir montando Intel o AMD. Si pudieran pasarse a la arquitectura ARM como lo ha hecho Apple, entonces sí que estaría «tocada de muerte».
Apple Silicon, todo un acierto
Una vez más, Apple se ha arriesgado con su nuevo traspaso a usar procesadores propios en sus Macs, y ha sido todo un acierto. Primero porque el hardware está a la altura. Un nuevo procesador ARM exclusivo de Apple con unos avances tecnológicos espectaculares, que hacen que su rendimiento y gestión de la energía sean brutales.
Y segundo porque el software también está al nivel del hardware. Un macOS híbrido que sirve tanto para Intel como para el M1, y una legión de desarrolladores independientes con los más importantes a la cabeza que han corrido para lanzar sus aplicaciones nativas para el M1. La tormenta perfecta.
Con éste panorama, DigiTimes aventura que Intel este año perderá el 50% de sus pedidos de Apple, y posteriormente llegará hasta el 100%. Esto hará que la cuota de mercado de Intel caiga por debajo del 80% en 2023, según dicho informe.
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