Si seguís un poco las noticias sobre dispositivos tecnológicos, en especial los de Apple, sabréis que existe una escasez mundial de chips. Un asunto importante que ha llegado incluso a que el Presidente de los EEUU, antes Trump y ahora Biden, tomen cartas en el asunto. La sequía afecta a todas las empresas de cualquier sector. Apple no es de las que más esté sufriendo, pero también le pasa factura y por eso si quieres comprar algún dispositivo no esperes a que salga la próxima generación porque te puedes llevar una mala sorpresa.
La escasez de producción de chips, está empeorando en el mundo entero. Compañías como Samsung o Apple son las que menos lo están sufriendo. Sobre todo ahora Apple con sus nuevos Apple Silicon, ya que la producción es muy específica. Pero para las pantallas, móviles o iPad, también existen otros tipos de chips que son necesarios y que están escaseando en el mercado. En el mejor de los casos, el precio puede subir mucho y nosotros seguiremos teniendo los dispositivos a unos precios muy elevados. En el peor, no habrá stock.
Los rumores siempre hablan de la posibilidad de ver este u otro dispositivo en 2022. La verdad, parece, que a parte de Marketing y estrategias de empresa, la escasez de chis está haciendo que los nuevos dispositivos no lleguen tan pronto como les gustaría. Susquehanna Financial Group dijo que los tiempos de espera de los chips aumentaron de 9-12 semanas a 19 semanas en el verano, aumentando a 22 semanas en octubre. En algunos casos, como los componentes de administración de energía, son 25 semanas en promedio, mientras que los microcontroladores utilizados por la industria del automóvil pueden tardar hasta 38 semanas en llegar.
Apple, en la última comunicación de Apple para dar las cuentas financieras, se advirtió que los problemas en los «nodos heredados», es decir, módems y reguladores de energía, son el principal punto de competencia para la compañía. En este campo hay un verdadero problema de escasez.
Los productores de chips como el socio de Apple, TSMC, han anunciado planes para invertir fuertemente en instalaciones para mejorar la producción, pero los costosos esfuerzos podrían tardar años en ser no solo operativos, sino también en hacer lo suficiente para facilitar los suministros.
