Cada día se crean en internet cientos de miles de páginas web. Desde un blog particular con tus viajes o fotos de familia, hasta la tienda online de tu negocio con cientos de artículos. Y por muy variopintas y diferentes que puedan llegar a ser, todas se basan en un concepto muy importante y fundamental: el dominio.
Una palabra que define tu web y te da acceso a la misma, y que gracias a ella depende en parte el éxito o fracaso de tu página en internet. Vamos a explicar qué es un dominio en internet, y cómo elegir el mejor para tu web.
El dominio de una web es una palabra muy específica que identifica a un sitio web en internet. Su función es traducir las direcciones IP (números) a términos más fáciles ( y comerciales) de memorizar y encontrar para los seres humanos. Es decir, el dominio corresponde con la dirección de tu página vista desde un punto de visto de un ser humano, que luego se traduce a una dirección IP a nivel de máquinas y servidores. Es mucho más sencillo escribir en el navegador el dominio «caramelos.com» que su dirección IP 83.141.145.82.
El nombre
Así pues elegir un buen dominio es extremadamente importante, ya que va a ser el acceso a tu página web. Lo mejor es que sea el nombre de tu empresa, o una palabra que se asocie directamente con el contenido de tu web. Es muy importante que sea breve, y fácil de recordar y escribir. Para ello el primero paso es usar alguna herramienta para comprobar dominio y asegurarnos si dicho dominio está libre o no.
La extensión
El dominio consta de dos partes: el nombre y la extensión. La extensión son aquellas dos o tres letras que van detrás del punto que sucede al nombre. En el ejemplo de «caramelos.com» la extensión sería «.com».
La extensión tiene su importancia, ya que puede dar pistas sobre si tu web es gratuita o no, por ejemplo, o si quieres que se dirija a los usuarios de un país determinado.
Algunas extensiones están asociadas a un país en concreto, como «.es» para España o «.fr» para Francia, por ejemplo. Las genéricas, en cambio, no se asocian a ninguna región geográfica, son por así decirlo, más internacionales («.com, «.net» o «.org», por ejemplo). Por ejemplo, si entras en Apple.com, sabes que es la web principal de la compañía, genérica para todo el planeta. En cambio, si entras en Apple.es, ya te indica que es la página de Apple específica para los usuarios españoles, con su idioma en castellano, y donde encontrarás los dispositivos disponibles en España.
El Hosting
Si vas a crear tu página web personal para que la vean tus amigos y poco más, alójala en un servidor gratuito. Hay cientos de ellos en internet. No te costará un duro, pero debes saber que su extensión será la de un servidor gratuito, y tu página tendrá publicidad que tú no puedes controlar. Es la manera que tiene el servidor de ser rentable.
Así que si lo que quieres es crear una web profesional para tu negocio, necesitarás contratar los servicios de una empresa hosting, como por ejemplo OVHcloud. En OVHcloud se dedican a la creación de páginas web pero también a la gestión de dominios y hostings para que tú no tengas que preocuparte por la renovación anual de tu dominio comercial.