A principios de este año, dos meses después de anunciarse la compra de Shazam por parte de Apple, la Unión Europea anunció que estaba investigando la última adquisición de la compañía con sede en Cupertino. El problema, como suele ser habitual en estos casos, es si podía afectar a la competencia, ya que Apple podría priorizar su servicio de música en perjuicio del resto.
Desde que Apple se hiciera con este servicio de reconocimiento de música a través de nuestro smartphone, aunque también está disponible en para ordenadores, la compañía con sede en Cupertino no ha realizado ningún cambio en la aplicación para dejar de lado el resto de servicio de música donde se pueden encontrar las canciones que reconoce la aplicación, por lo que la Unión Europea ha dado luz verde a la compra.
Además, otro de los problemas a los que se podía enfrentar Apple, lo encontramos en la posición de privilegio que tiene este servicio, un servicio que recordemos no es único, ya que en el mercado podemos encontrar excelentes alternativas con más prestaciones que Shazam, pero al igual que WhatsApp, fue la primera en llegar y en la mayoría de ocasiones, eso significa triunfar y mantenerse como una referencia para los usuarios.
Apple, como suele ser habitual, no ha desvelado los planes que tiene con esta compañía, aunque es más que probable que pasen por hacerse con el algoritmo de detección de canciones para poder implementarlo en Siri, par así poder mejorar el número de funciones que ofrece a día de hoy.
De un tiempo a esta parte, desde que la Unión Europea no se molestara en bloquear la compra de WhatsApp por parte de Facebook (permitiendo un monopolio gigantesto) parece que las instituciones europeas se han puesto las pilas y continuamente están pendientes de cualquier movimiento de este tipo que pueda afectar a la competencia para no repetir el ridículo que hicieron al permitir la compra de WhatsApp.