Apple tiene repartidas en Estados Unidos y Canadá más de 300 tiendas físicas, tiendas que desde unas semanas, según afirma Bloomberg, se han convertido en centros de distribución de los productos, de esta forma, se reduce el tiempo de envío, un envío que generalmente se hacía desde China.
Esta nueva estrategia es un cambio de los procedimientos operativos de Apple, procedimientos que no suele modificar, y que le permitirá a la compañía con sede en Cupertino cumplir con los pedidos en línea desde la tiendas físicas en un menor tiempo que directamente desde los centros de distribución en China.
Además de reducir el tiempo de entrega, esta modificación también puede estar asociada a una reducción de los gastos de envío, ya que es mucho más económico enviar un contenedor cargado de productos de Apple que uno a uno, aunque los envíos diarios a los compradores se cuenten por miles.
Bloomberg afirma que tanto el iPhone, como el iPad y el Mac se envían desde las más de 300 Apple Store que Apple tiene entre Estados Unidos y Canadá. Para realizar los envíos desde Estados Unidos, Apple utiliza los servicios de FedEx, mientras que en Canadá utiliza a UPS para los envíos a los clientes que vivan en un radio de 100 millas, reduciendo así las entregas a un solo día.
Antes de implementar esta medida en América de Norte, Apple ha estado probando este nuevo proceso de distribución en un número limitado de tiendas, principalmente entre aquellas que entre junio y julio comenzaron a volver a abrir sus puertas después de cierre provocado por el coronavirus.
La compañía de Tim Cook tiene preparado un plan que contempla convertir las Apple Store físicas que se vean obligadas a cerrar por el coronavirus en centros de soporte vía telefónica y ventas en línea, para así poder seguir manteniendo el servicio entre todos sus clientes.
