El mes pasado, la compañía de seguimiento Life360 se ha quedado con el fabricante de llaveros rastreadores Tile por unos 200 millones de dólares. Así a bote pronto, parecía que los antiguos dueños del fabricante de los famosos llaveros tiraban la toalla ante la irrupción en el mercado de los AirTags de Apple y los SmarTag de Samsung.
Pero parece ser que las intenciones del nuevo comprador de la marca Tile no eran otras que aprovechar los 33 millones de usuarios de llaveros Tile y vender su localización a terceras empresas. Vaya tela.
Hace ya unas semanas informamos que los famosos llaveros localizados Tile cambiaban de dueño. La empresa había sido comprada por la firma Life360 que también se dedica al servicio de localización y seguimiento.
The Markup acaba de publicar un informe donde explica que dicha firma compradora, Life360, está vendiendo los datos de ubicación de los 33 millones de usuarios de llaveros Tile al mejor postor. Textualmente indican «a prácticamente cualquiera que quiera comprarlos».
Life360 es una plataforma de localización con funciones muy claras como historial de ubicación, rutas favoritas, alertas personalizadas, mensajes SOS y demás. Según explica The Markup, dicha compañía ha estado utilizando la aplicación de Tile para recopilar y vender datos de sus usuarios a terceras empresas.
El negocio de la venta masiva de datos
El articulo explica que Life360 ganó 16 millones de dólares el año pasado solo vendiendo los datos de ubicación de sus usuarios. Uno de los antiguos empleados de la empresa describió a la compañía como «una de las mayores fuentes de datos para la industria». Así que ya te puedes empezar a preocupar si posees un llavero Tile.
Chris Hulls, fundador y actual CEO de Life360, nunca ha negado esta actividad. Argumenta que los datos son una «parte importante de nuestro modelo de negocio», ya que con esos beneficios permiten a la compañía ofrecer servicios gratuitos a los usuarios. Hulls también ha aclarado que la compañía tiene políticas de privacidad para evitar que sus usuarios sean identificados a través de dichos datos. Una mala praxis, sin duda…