Estas cifras se miden en la huella de carbono que deja el productor. Jackson aportó que la huella de carbono de Apple en 2016 fue de 29,5 millones de toneladas, si contamos tanto la minería, el transporte del producto, y el embalaje y la electricidad necesaria para la fabricación del producto.
Según Lisa Jackson, la estrategia de Apple para reducir este valor no es única. Cada fabricante tiene un método de producción y por tanto, debe estudiar un plan específico con cada uno de sus proveedores. Un plan genérico no sería 100 % efectivo. Tres nuevos proveedores se han incorporado al plan de energía 100 % no contaminante en el último ejercicio. En la actualidad trabaja con 7 proveedores para convertir el 100 % de sus procesos productivos con energía verde.
Aprovechando el momento, esta semana dio a conocer su Informe de Responsabilidad 2017 de Medio Ambiente. Los puntos fuertes han sido el cuidado de la minería y construir componentes a través de materiales reciclados.
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