Hace unos días saltó la noticia acerca de un estudio británico en el que se mostraba el interés por los bancos del país en invertir en nueva tecnología para poder plantar cara a Apple Pay y demás servicios de pago electrónico que en los últimos meses están llegando al mercado. Apple Pay es un nuevo competidor con el que tienen que repartirse las comisiones que cobran por utilizar el servicio a los comerciantes y la mayoría de bancos no está dispuesto. Y como prueba de ello, también tenemos el caso de Australia, donde los bancos están bloqueando el uso de Apple Pay en la mayoría de tarjetas y usuarios.
De momento Apple Pay sólo está disponible en Australia en las tarjetas Amex pero no por culpa de Apple, sino por los bancos que están bloqueando el uso de esta tecnología porque según ellos, Apple quiere cobrar demasiado por no hacer prácticamente nada. El portazo del partido laborista de Australia, afirma al diario Sydney Morning Herald que va a llevar este caso al tribunal de la competencia para que examine si se está perjudicando, no solo a Apple, sino también a los usuarios que no pueden hacer uso del sistema de pagos que se adecue mejor a sus necesidades.
No se le puede negar a los consumidores australianos la posibilidad de utilizar los métodos de pago que están abiertamente disponibles para los consumidores en todo el mundo”, escribió Ed Husic. “Sin duda, algunos argumentarán que este movimiento por los bancos es contrario a la competencia – Ciertamente estoy preocupado porque se niega al consumidor el acceso a una plataforma de pago segura y eficiente.
Actualmente los bancos americanos se quedan con el 1% de las transacciones, de cada compra de 100 dólares, obtienen uno. De ese dolor, Apple se queda con 15 céntimos. Por contra, los bancos australianos obtienen un 0,5 % de cada transacción, un gasto de 100 dólares ofrece 50 céntimos a los bancos. Apple sigue queriendo cobrar 15 céntimos por cada una, lo que reduce bastante la comisión de los bancos.