Los procesadores de 8ª generación Coffee Lake, que anunció Apple a finales de Septiembre, tienen muchas posibilidades de convertirse en le candidato perfecto para los próximos iMac de la compañía. Son potentes procesadores diseñados para trabajar en equipos fijos. Pero la razón principal es el número de núcleos, que pasan de cuatro a seis. Estos procesadores, como veremos más adelante, entregan más rendimiento que los equipos actuales. Las primeras pruebas realizadas, se han llevado a cabo con el más potente. Estamos hablando de i7-8700K, con 6 núcleos a 3,7 GHz y turbo boost 4.7 GHz, frente al iMac Retina 5K, que cuenta con un i7-7700K de 4 núcleos.
La mejor forma de probar equipos a su máximo rendimiento, es pedirle tareas de video o fotografía. En este caso, se ha utilizado varios programas. Utilizar Lightroom entrega una ganancia de tiempo del 8,9%. En cambio, procesar fotografías en RAW con DxO Optics Pro, supone una ganancia de rendimiento del 25,9% y la codificación de un video en H.264 con el programa x264, mejora el rendimiento en un 41% gracias a los dos procesadores adicionales.
Otros medios analizan que ciertos programas deben adaptarse, para sacar partido a los 6 procesadores que monta Coffee Lake. Pero aun así, el rendimiento a día de hoy es más que satisfactorio.
Coffee Lake, está diseñado bajo la arquitectura de 14 nm++. Es un procesador preparado para las exigencias de las máquinas presentes y futuras. Ha trabajado específicamente el manejo de archivos 4k, con rendimientos superiores en un 32 % con respecto a su predecesor. No está confirmado por Intel, pero podrían ser los primeros en integrar un controlador especifico para Thunderbold 3.
