Los últimos Mac que Apple ha lanzado son los iMac de 21,5 pulgadas con pantalla Retina, llegando así la resolución Retina a un ordenador más de la compañía de la manzana mordida. Sin embargo, los primeros ordenadores que la montaron fueron los MacBoom Pro Retina tanto de 13,3 como de 15 pulgadas. Una resolución Retina en este tipo de pantallas significa que tendremos cuatro veces más pixeles en la pantalla por lo que el ojo humano será incapaz de poder verlos.
Ahora bien, en el momento de salida de este tipo de pantallas los desarrolladores de aplicaciones tuvieron que comenzar una dura adaptación de las mismas a la resolución de estas pantallas ya que de lo contrario las aplicaciones no se verían del todo bien.
Hoy me he decidido a adquirir un nuevo MacBook Pro Retina de 13,3 pulgadas con Force Touch en el trackpad. Es la primera vez que tengo entre mis manos un ordenador Retina de la marca de la manzana y es por ello que me he topado con lo que quiero explicar en este artículo.
Cuando he comenzado a instalar las aplicaciones que usaba en mi antiguo MacBook Air de 11 pulgadas me he dado cuenta de que la mayoría de ellas funcionan a la perfección en pantalla Retina pero por el contrario, hay varias aplicaciones que se ven mal porque sus desarrolladores han decidido que no van a aumentarles la resolución para su uso en ordenadores con más resolución de pantalla.
Hay que tener en cuenta que cuando una aplicación es desarrollada se inserta en su código fuente lo necesario para que cuando la instalemos en un ordenador con pantalla Retina la propia aplicación detecte esta resolución y se ejecute en alta resolución. Con esto queremos decir que la aplicación para un MacBook no Retina y para uno Retina es exactamente la misma, la única diferencia es que cuando la instalamos en uno Retina la misma detecta la resolución y se ejecuta con más resolución.
Indagando un poco en la red he podido conocer que Apple ha tenido este aspecto muy en cuenta y que cuando vamos a abrir una aplicación que no ha sido adaptada para pantallas Retina podremos abrirla a baja resolución. Para ello no abriremos la aplicación desde el Launchpad sino que entraremos en el Finder, iremos a la carpeta de Aplicaciones, buscaremos el icono de la misma y hacemos clic derecho sobre la misma para Obtener información.
Cuando aparezca el panel de información en la sección General vamos a seleccionar la opción Abrir en baja resolución. A partir de ese momento cuando vayamos al Launchpad para abrir la aplicación no adaptada a pantallas Retina se abrirá en baja resolución.