Con la llegada de macOS Tahoe, el explorador de archivos de Apple, Finder, ha recibido una de sus mayores renovaciones visuales y funcionales de los últimos años. El nuevo aspecto «Liquid Glass» no solo moderniza la interfaz, sino que también aporta cambios que afectan directamente a la gestión diaria de archivos en el Mac. La actualización busca que las ventanas y controles sean más claros y accesibles, mientras se introduce una mayor integración con Spotlight y nuevas herramientas como el portapapeles ampliado.
Estas novedades han reavivado el interés en cómo gestionamos documentos, carpetas y recursos en el ecosistema macOS. Finder se mantiene como la opción por defecto, pero no pocos usuarios recurren a alternativas de terceros cuando buscan flujos de trabajo más rápidos, soporte avanzado para almacenamiento en la nube o mayores opciones de personalización. A continuación, repasamos las novedades introducidas en Finder con macOS Tahoe, así como las principales alternativas y mejoras en la organización de archivos.
Finder en macOS Tahoe: diseño Liquid Glass y cambios en la experiencia de usuario
Una de las primeras cosas que llama la atención tras actualizar es el nuevo diseño Liquid Glass. Las ventanas de Finder y otras aplicaciones ahora presentan bordes más redondeados y un efecto de transparencia que pretende dar continuidad y amplitud al escritorio. Los textos en los menús se ven más pequeños pero mejor espaciados, favoreciendo la legibilidad y la rapidez al encontrar la opción deseada.
El propio Finder gana protagonismo visual en este entorno, con ventanas que destacan sobre el fondo y una barra de menús completamente transparente, detalle que Apple ya había intentado en versiones anteriores con resultados desiguales. Esta vez, sin embargo, los iconos y controles permanecen claros y visibles, independientemente del fondo de pantalla que se utilice.
Además, la barra Dock incluye ahora iconos de aplicaciones renovados, con opción de transparencia para dar todavía más sensación de amplitud. No obstante, esta novedad ha generado dudas entre quienes prefieren identificar rápidamente los iconos, por lo que es una función que puede desactivarse. Finder y sus ventanas destacan gracias a estos ajustes, adaptándose al objetivo visual y funcional de macOS Tahoe.
Spotlight y portapapeles: nuevas formas de acceder a archivos y gestionar la información
Spotlight, el buscador integrado en macOS, también ha evolucionado con esta actualización. Ahora permite acceder de forma más directa a las aplicaciones y archivos gracias a nuevas burbujas de acceso rápido (Aplicaciones, Archivos, Acciones y Portapapeles) que se pueden recorrer usando atajos como Command-1, Command-2, etc. Al buscar, es posible filtrar los resultados con botones adaptados según el tipo de archivo o aplicación, facilitando la localización de documentos, carpetas, notas y más.
Una de las grandes novedades es el portapapeles ampliado de macOS Tahoe, integrado dentro de Spotlight. Aunque aún no alcanza la profundidad de soluciones de terceros, permite acceder al historial de elementos copiados, tanto texto como imágenes o contraseñas. La información se almacena durante unas horas para mantener un estándar de privacidad, ayudando a acelerar tareas repetitivas y mejorar la productividad.
Por otro lado, el nuevo Spotlight permite definir “Quick Keys” o secuencias rápidas que permiten ejecutar acciones (como enviar mensajes o realizar tareas comunes) directamente desde la barra de búsqueda, facilitando flujos de trabajo sin tener que cambiar de aplicación o ventana.
Alternativas a Finder: apps para usuarios que buscan más allá del explorador oficial
Si bien Finder ha mejorado en claridad y funcionalidad, siguen existiendo limitaciones que llevan a muchos usuarios a explorar alternativas de terceros. Las más reconocidas cubren necesidades como la gestión avanzada de archivos remotos, vistas multipanel, sincronización automática o personalización de atajos de teclado y menús contextuales. Aquí algunas de las opciones más destacadas:
- Forklift: Considerada una de las alternativas más completas, con vista de doble panel para trabajar en dos ubicaciones a la vez, soporte para servicios de almacenamiento en la nube y servidores remotos, y personalización profunda. Incorpora un gestor de conexiones sencillo, vista previa de archivos y sincronización rápida. Su licencia cuesta alrededor de 20€, con periodo de prueba gratuito.
- Marta: Gratuito y orientado a usuarios avanzados, que ofrece doble panel obligatorio, navegación por teclado y gestión de archivos comprimidos sin extraer. Requiere editar archivos de texto para configurar acciones rápidas, ideal para quienes dominan la línea de comandos.
- QSpace: Destaca por soportar hasta cuatro paneles simultáneos, integración con servicios en la nube y opciones de personalización como colores, iconos y accesos rápidos. Permite definir comportamiento de teclas y menús según el tipo de archivo.
- Commander One: Con un diseño clásico, ofrece paneles duales, gestión avanzada de servicios cloud y herramientas para administrar procesos y archivos comprimidos. Permite configurar temas y atajos, aunque puede tener un coste superior.
Gestión avanzada: sincronización, edición y portapapeles
Las ventajas de estas apps, en comparación con Finder, radican en la eficiencia en el manejo de múltiples carpetas, acceso directo a recursos en la nube o servidores FTP/SMB/NFS y funciones como sincronización bidireccional, vista previa avanzada y control del ancho de banda en transferencias remotas.
La personalización en la gestión de archivos y acciones permite definir atajos específicos, vincular editores a ciertos tipos, y establecer cómo se visualizan los elementos. Algunas herramientas incluyen paneles de actividad, integración con terminal y scripts personalizados, facilitando tareas automatizadas y eficientes.
El portapapeles mejorado, presente en Finder y alternativas, ofrece recuperación del contenido copiado previamente, acelerando tareas repetitivas desde una interfaz centralizada, y ayudando a optimizar flujos de trabajo.