Es cierto que cada día surgen nuevos rumores sobre el reloj inteligente de Apple y su posible segunda versión. Estos rumores abarcan un montón de opciones posibles, tanto para decir que los chicos de Cupertino lo presentarán en el mes de marzo que viene, para desmentirlos mediante informes o incluso añadir el programa de sustitución para los usuarios que quieran pasarse al nuevo modelo cuando Apple lo lance. Todo ello sigue siendo a día de hoy una incógnita que no queda tanto tiempo para resolver.
Dejando un poco de lado todo esto de los rumores sobre si veremos pronto el nuevo modelo o no, lo que si está claro es que la compañía sigue buscando ingenieros biomédicos para aumentar las posibilidades y opciones de medición del siguiente Apple Watch que se lace al mercado.
No es necesario comentar que Apple ya tiene en plantilla numerosos ingenieros trabajando en la siguiente generación del reloj, pero siguen buscando y contratando ingenieros biomédicos para mejorar el siguiente dispositivo de muñeca. Por el momento uno de los contratados recientemente para trabajar en el proyecto es Craig Slyfield, ingeniero mecánico y co-autor de numerosas investigaciones relacionados con la medida y la visualización de los huesos humanos en 3D o Anne Shelchuk, que es doctorada en ingeniería biomédica y anteriormente trabajaba en una empresa de software de ultrasonidos para fines médicos.
Lo que si es evidente es que la plantilla de ingenieros de Apple sigue aumentando y con ello se espera que mejoren los dispositivos actuales y del futuro pero en este sentido las mejoras van directamente relacionados con los sensores del reloj. También se pueden implementar mejoras directamente en las correas o similares, algo que ya se habló en varios sitios y tampoco podemos descartarlo, pero los sensores de salud son ahora mismo el punto de inicio de mejora de las siguientes versiones del reloj.