El nuevo buque insignia de la marca coreana, el Galaxy Note 7, está siendo un éxito. Más incluso de lo que esperaba la propia firma. Esto lo sabemos porque recientemente Samsung anunció que aumentaría la producción y fabricación del nueveo Note 7. La demanda de este nuevo smartphone está siendo más alta de lo esperado.
Hace unos días un Galaxy Note 7 salió repentinamente ardiendo. Al parecer los hechos ocurrieron mientras el Note 7 estaba enchufado a la corriente para cargar la batería. Y parece que el cargador con el que estaba conectado para la carga era un accesorio no original. Abriendo nuevamente un debate muy trillado en cuanto a los accesorios propios de la marca o los de «marca blanca».
Un smartphone de alta gama como puede ser un iPhone 6s o el propio Note 7 no es barato. Como mínimo parten de salida con un precio que ronda los 800 euros. Teniendo esto en cuenta, podría parecer incluso ridículo adquirir accesorios no originales. Es decir, si puedes adquirir un smartphone por ese precio, se supone que puedes pagar un cargador original.
El Note 7 incendiado estaba cargando con un accesorio no original
Como sabemos los smartphones traen, por norma general, el cargador propio de la marca. Pero es tal el consumo que hacemos de los mismos, que casi siempre tenemos que disponer de más de un cargador. Por ejemplo, uno en casa, que suele ser el original. Otro en el lugar de trabajo para no quedarnos tirados en plena jornada laboral. También hay que tener un cargador en el coche para los viajes, o para una carga de emergencia estando en la calle. Y claro, cuando tenemos que comprar mínimo tres cargadores ya se tiene en cuenta el precio.
Pero en el mundo de los accesorios hay varios niveles de calidad. Todos hemos podido comprobar lo baratas que salen, por ejemplo, las fundas y carcasas que venden en los chinos. Y también hemos podido comprobar la calidad o resistencia de sus materiales, y lo poco que nos duran enteras. Con los cargadores ocurre lo mismo, pero sí que hay firmas de accesorios de las que podemos fiarnos.
Afortunadamente nadie resultó herido tras el suceso. Y teniendo en cuenta que son muchos los menores que usan a diario nuestros smartphones esto resulta un grave peligro. Pero aunque hay que tener en cuenta la calidad de los accesorios que usamos. También queremos dar un pequeño tirón de orejas a los fabricantes de los propios teléfonos. Por «muy mal» uso que le demos a nuestros semartphones, que puedan salir ardiendo debería ser inconcebible.
