A día de hoy ya todos tenemos claro que la realidad virtual es una realidad y las compañías están apostando bastante fuerte en este sector para que avance. Por otro lado hay que decir que Apple y su CEO Tim Cook, también están trabajando en ello y pruebas claras son varias de las patentes que tiene ya registradas la compañía con distintos modelos de gafas y con algunas incorporaciones cómo la de Doug Bowman, un investigador en realidad virtual. No hace tanto que Apple añade en su web unas gafas de terceros (de poca calidad hay que decir) para los idevice, pero esto es sólo el principio y esperamos mucho más de la compañía de la manzana mordida en este segmento de la realidad virtual.
Por otro lado a Apple le salen amigos y enemigos de todos lados y en una entrevista realizada a Palmer Lucky, le preguntaron por qué no funcionan en los Mac actuales las gafas Oculus Rift, este no se cortó un pelo en su respuesta decir que se debe a que Apple no tiene un ordenador o suficientemente potente para sus gafas y que en el momento que lo tengan les ofrecerán su producto sin pensarlo.
Esto es una parte de la respuesta que dio Palmer: puedes comprar un Mac Pro de 6.000 dólares con las mejores gamas de las AMD FirePro D700, y aún así no llegas a lo que piden nuestras especificaciones recomendadas. Si vuelven a priorizar las GPUs de alta gama tal y como lo hicieron en su día creo que nos encantaría dar soporte a Apple. Lógicamente os dejamos el vídeo de la entrevista justo aquí para que puedas verlo y sacar tus propias conclusiones:
Así que ya solo falta decir que esto es un «quiero y no puedo» por parte de ambas compañías a pesar que en este caso concreto soy partidario de pensar que Apple no trabajará en un Mac con especificaciones para un dispositivo de terceros, en cambio si creo que a pesar que va un poco tarde en el mundo de la realidad virtual, tiene recursos suficientes para lanzar su propio hardware y software para adentrarse en este mundo. Por otro lado los Mac nunca han sido ordenadores para juegos, así que es un poco el pez que se muerde la cola.
Sé el primero en comentar