Apple siempre se ha caracterizado por anunciarse al mundo, no sólo como una empresa que fabrica los que probablemente sean los mejores dispositivos tecnológicos del mundo en su categoría, si no también por ser una empresa comprometida con la privacidad y el medio ambiente. Las políticas de la empresa para respetar la tierra son muy extensas y siempre se le ha considerado como una empresa verde. Sin embargo Reino Unido no lo ve así y acusa a la empresa de generar desperdicios injustificados.
El Comité de Auditoría Ambiental del gobierno del Reino Unido afirma que Apple, con su política de hacer dispositivos que son prácticamente imposibles de reparar. Por ello es la responsable de crear una situación en la que se generar residuos de manera injustificada. Llega a la conclusión de que se debería exigir a Apple y a otras empresas equivalentes, que sean más responsables con los residuos electrónicos. Se da la casualidad que Apple se negó a contribuir a la investigación. Se le acusa de hacer que sus productos sean tan costosos de reparar que al final los consumidores acaban comprando nuevos dispositivos.
En el informe emitido se pueden leer afirmaciones como las siguientes:
Se ha descubierto que empresas tecnológicas como Apple pegan y sueldan componentes internos, lo que hace que cualquier reparación sea casi imposible. Los consumidores no tienen control sobre los productos que poseen. No pueden sacar componentes para repararlos ellos mismos y no pueden acceder a los manuales sobre cómo solucionar los problemas. La reparación propuesta por Apple puede ser tan costoso que es más económico reemplazar el artículo por completo.
Recientemente hemos hablado aquí que es más fácil comprar un HomePod mini nuevo, que repararlo. Que es casi obligatorio hacerse con el Apple Care +. No debe ir muy mal encaminada este organismo al expresarse de esta manera, sin embargo, hay que decir, que el consumidor sabe muy bien donde se mete cuando elige Apple.
La polemica está servida.