Se acaba el Hackintosh con macOS Tahoe: todo lo que cambia

  • macOS Tahoe es la última versión compatible con Intel; desde macOS 27 no habrá kernel x86_64.
  • Hackintosh y OCLP podrán seguir en Tahoe, pero quedarán fuera en futuras versiones.
  • Existen builds de OpenCore y pasos concretos para arrancar Tahoe, con bugs conocidos.
  • Los últimos Mac Intel de 2019–2020 tendrán soporte completo hasta 2026 y seguridad después.

Imagen macOS Tahoe y fin de Hackintosh

La noticia ya es oficial y tiene calado histórico: macOS 26 “Tahoe” será la última versión compatible con procesadores Intel. Para quienes han vivido la escena Hackintosh o han alargado la vida de sus Mac con OpenCore Legacy Patcher, lo que llega con Tahoe es un canto del cisne tan esperado como doloroso.

Aun así, conviene separar emociones de hechos. Con Tahoe el Hackintosh sigue siendo posible por última vez, y los últimos Mac Intel mantienen una ventana de soporte limpia. Pero Apple ha dejado claro el rumbo: todo el foco de innovación se va a Apple Silicon, y a partir de macOS 27 no quedará ni rastro de x86 en el sistema.

Qué ha anunciado Apple exactamente

En la WWDC 2025, durante la tradicional State of the Union, Apple remarcó lo que muchos ya intuíamos: macOS 26 “Tahoe” cierra la etapa Intel en macOS. El mensaje detrás de la elegancia corporativa es cristalino: los chips M son el presente y futuro, y mantener dos arquitecturas ya no está en los planes.

A nivel técnico, esto se traduce en que a partir de macOS 27 no habrá kernel x86_64 ni binarios de compatibilidad. En cristiano: no quedará código Intel que parchear o “enganchar” para forzar compatibilidades. Es un corte total, de un plumazo.

La razón de fondo es conocida. Apple Silicon ofrece rendimiento, eficiencia y capacidades (Neural Engine, memoria unificada) que marcan el ritmo de las nuevas funciones, especialmente las ligadas a IA como Apple Intelligence. Seguir arrastrando Intel limitaría el desarrollo del sistema.

Modelos Intel oficialmente compatibles con macOS 26

Apple ha sido selectiva con la última hornada Intel que entra en Tahoe. Los modelos confirmados son cuatro y corresponden a la gama más reciente:

  • MacBook Pro de 16 pulgadas (2019)
  • Mac Pro (2019)
  • MacBook Pro de 13 pulgadas con cuatro puertos Thunderbolt 3 (2020)
  • iMac (2020)

Si te lo estabas preguntando: no hay MacBook Air Intel ni Mac mini Intel admitidos en Tahoe. Es, claramente, el último guiño a la “última generación” Intel antes del portazo definitivo.

Calendario de soporte y qué esperar tras Tahoe

Apple ha marcado dos hitos temporales que conviene retener. Primero, macOS 26 llega en septiembre de 2025, con beta pública en julio. Segundo, los últimos Mac Intel mantienen soporte completo hasta aproximadamente septiembre de 2026; después, solo recibirán actualizaciones de seguridad durante un tiempo que diversas fuentes sitúan hasta 2027.

La otra cara de la moneda es funcional. Las novedades que explotan el Neural Engine y la arquitectura M (como Apple Intelligence) no están presentes en Intel. También se quedarán fuera características como el modo juego pensado para títulos AAA o evoluciones como Universal Control 2.0.

Para desarrolladores, se mantiene el puente de transición en Apple Silicon con Rosetta 2 aún operativo hasta 2026 y con capacidades que se irán acotando a partir de macOS 27, pero esto, lógicamente, afecta al mundo ARM, no a la ejecución nativa en Intel.

Imagen del fin de soporte Intel en macOS Tahoe

Qué pasa con Hackintosh y OpenCore a partir de ahora

La comunidad lleva un año con el piloto automático de “última vuelta”. Tahoe será la última versión de macOS viable para Hackintosh. El motivo no es un capricho: sin kernel x86_64 ni controladores Intel en macOS 27 y sucesivos, no hay base técnica que “enganchar” o reinyectar.

Este corte se lleva por delante también clavos ardiendo tradicionales. Bootloaders como OpenCore o Clover no podrán arrancar ni parchear macOS 27+ en x86, sencillamente porque el sistema dejará de ser un macOS multiarquitectura.

Algunos proponen emulación de Apple Silicon sobre x86 como salvavidas. La teoría suena bien, la práctica no: el coste en rendimiento la hace inviable para uso realista, sobre todo en escenarios gráficos o de IA donde los chips M marcan diferencias.

Estado actual: Tahoe en PC y Mac no soportados (lo que sí funciona hoy)

En el corto plazo, Tahoe se puede hacer funcionar en configuraciones concretas con trabajo fino. Existe una compilación personalizada de OpenCore que habilita el arranque en escenarios que la versión estable aún no cubre. El binario se ha publicado como artefacto de build continua en GitHub: https://github.com/acidanthera/OpenCorePkg/actions/runs/15548251082/artifacts/3292569096

El procedimiento, a grandes rasgos, es claro. Primero, valida que tu configuración sea sólida con OpenCore 1.0.4 (OCValidate es tu amigo). Después, sustituye el OpenCore.efi actual por el del enlace anterior y añade el argumento de arranque -lilubetaall para habilitar el soporte beta a través de Lilu.

Ojo, en la otra gran trinchera de la comunidad, OpenCore Legacy Patcher pide paciencia y esperar a un comunicado oficial. Han llegado a repetirlo con humor en forma de “No. No. No.” y bromear con “mandar a Tim Apple a por tus Macs” si alguien se adelanta; la idea de fondo es evitar ruido y guías prematuras que rompan equipos.

Limitaciones y bugs conocidos al arrancar Tahoe hoy

Quien haya toqueteado Hackintosh sabe que cada salto mayor rompe cosas. Con Tahoe hay una lista de incidencias que conviene tener delante antes de lanzarse a la piscina, porque hay kexts y rutas de inicialización que todavía cojean:

  • Condición de carrera con VoodooPS2 y VoodooI2C: en algunos arranques, teclado/trackpad no inicializan correctamente.
  • AppleALC no funciona en Tahoe porque Apple ha eliminado AppleHDA del sistema; solución temporal: audio por HDMI/DisplayPort.
  • WhateverGreen y GPU AMD: bug que impide usar argumentos como agdpmod=pikera; si ves kernel panic con AMDSupport, vas por ahí.
  • IntelBTPatcher provoca kernel panics en determinadas configuraciones.
  • IntelMausi puede fallar con algunos chipsets Ethernet Intel.

La buena noticia es que, en términos de vídeo, todo lo que funcionaba en Sequoia debería funcionar en Tahoe. No obstante, hasta que caigan los últimos parches de kexts, es prudente ir con pies de plomo en equipos de trabajo.

Gráficos, kexts y combinaciones de hardware que mejor encajan

Si tu objetivo es exprimir Tahoe como si fuese una “LTS” oficiosa, las mejores papeletas hoy las tiene el tándem Intel Coffee Lake / Comet Lake con GPU AMD Radeon serie RX 6000, que es donde más recorrido y documentación hay.

En el frente gráfico, recuerda esa regla de oro: si te iba en Sequoia, debería irte en Tahoe. Donde aparecen sorpresas es en los parámetros de arranque que tocan la gestión de los puertos/AGDP con AMD; hasta que se resuelva el bug de WhateverGreen, evita opciones como agdpmod=pikera si te cruzas con AMDSupport en un pánico.

En audio, la retirada de AppleHDA deja a AppleALC temporalmente fuera de juego, así que HDMI/DP es el plan B más fiable por ahora. Y en conectividad, si dependes de IntelMausi para Ethernet o de IntelBTPatcher para Bluetooth, verifica tu chipset antes de actualizar para no quedarte sin red.

Novedades en la beta de macOS Tahoe

Tahoe como “macOS XP” del Hackintosh

En los foros ya se habla de Tahoe como una especie de “macOS XP” para la escena Hackintosh: una versión finalizada, estable y a la que se le sacará brillo durante 3–5 años con builds de OpenCore muy pulidas.

La idea no es nueva. Cuando una plataforma llega a su última versión funcional, la comunidad la congela, la documenta al milímetro y la mantiene viva mientras el software y los navegadores aguanten. Todo apunta a que Tahoe será ese destino final.

Ya hay hilos en Reddit y guías con estrategias de transición, backups de EFI y combinaciones de hardware recomendadas para aguantar con dignidad. El mantra: documentar, estabilizar y no tocar lo que funciona.

Impacto para usuarios de Mac Intel: ¿actualizar o aguantar?

Si tienes un Mac Pro (2019), sigues disponiendo de una bestia capaz, pero su margen de futuro se acorta. Puedes quedarte en Tahoe y estirar hasta las actualizaciones de seguridad, o plantearte un salto a Apple Silicon si dependes de novedades de IA o de integraciones avanzadas.

En el caso de un iMac 2020 o un MacBook Pro 13” 2020, la recomendación general es más clara: si te planteas cambio en los próximos 12–18 meses, el paso a un M‑series ya te aporta rendimiento, eficiencia y años de soporte por delante.

Para quien aún tenga un Mac mini Intel fuera de la lista de compatibilidad, el salto a un Mac mini o Mac Studio con chip M ofrece una mejora drástica en potencia y, sobre todo, en termals/ruido. En casi cualquier configuración, notarás el cambio a la primera.

Liquid Glass, Spotlight y la sensación de “volver al pasado”

Más allá del corte Intel, Tahoe entra por los ojos. El rediseño “Liquid Glass”, heredero conceptual de visionOS, refresca todo el sistema: transparencias, sombras, animaciones y jerarquías ganan claridad y un punto de ritmo que muchos echaban de menos en el escritorio.

Quien alterna entre máquinas lo percibe enseguida: volver a Sequoia tras días con Tahoe puede sentirse más áspero. Las ventanas parecen “pesar” más, los menús se notan más planos y hasta el scroll pierde algo de finura. No es que Sequoia sea malo; es que Tahoe rejuvenece el conjunto.

La buena nueva es que, incluso en hardware modesto de Apple Silicon, las primeras betas de Tahoe rinden sorprendentemente bien. Aun así, toca el aviso de rigor: si tu Mac es herramienta de trabajo, mejor no instalar betas en el equipo principal. La beta pública llegará más pulida, pero seguirá siendo eso, una beta.

La historia y el legado de dos comunidades clave

OpenCore Legacy Patcher ha sido magia aplicada al Mac: iMac de 2013 subidos a Sonoma, Mac de 2009 corriendo versiones que ni soñaban, y todo con parches finísimos para gráficos, audio o conectividad. Han mantenido con vida miles de equipos a los que Apple ya no daba soporte.

La escena Hackintosh ha sido la otra gran pata: llevar macOS a hardware que Apple jamás vendió. PCs con NVIDIA, portátiles Dell o workstations AMD rindiendo mejor que Mac oficiales de su tiempo. Durante la era Intel, aquello tuvo todo el sentido, y democratizó el acceso a macOS para creativos y desarrolladores.

El origen moderno se remonta a la transición a Intel de 2005. Casi dos décadas de ingenio, kexts y bootloaders que ahora encuentran su punto final con Tahoe. No por falta de ganas, sino por simple imposibilidad técnica en macOS 27 y posteriores.

Qué se debate ahora mismo en los foros

La escena está llena de hilos del tipo “¿seguirá siendo posible el Hackintosh?”. La respuesta corta es que sí, con Tahoe todavía se puede (cada vez con más letra pequeña), pero a partir de la próxima versión, no.

En Reddit abundan dos reacciones: de un lado, quienes aún quieren apurar Tahoe con OpenCore y guías; de otro, usuarios que directamente preguntan cuál es “la Mac más barata” para dar el salto a M. Es el signo de los tiempos: toca elegir entre exprimir el LTS oficioso o cambiar de barco.

Un apunte sobre rendimiento: por qué Apple cierra aquí

Las comparativas más recientes son elocuentes. Los M4 y sus variantes aventajan ampliamente a los últimos Core i9 en cargas reales, sumando además el empuje del Neural Engine y la brutal eficiencia energética que permite equipos más silenciosos y fríos.

Para Apple, mantener Intel sería pagar un peaje enorme en ingeniería y testing por una base menguante de equipos. Con Tahoe se cierra un ciclo de 18 años con Intel y empieza la consolidación total de Apple Silicon como plataforma única.

Detalles prácticos y recordatorios clave

Si vas a trastear con Tahoe hoy, grábate estos puntos: verifica tu EFI con OCValidate antes de cambiar binarios; usa el OpenCore.efi de la build enlazada si lo necesitas; añade -lilubetaall a boot-args; y espera parches oficiales de OCLP antes de publicar guías o “soluciones mágicas”.

Recuerda, además, que no todos los kexts están finos en esta primera etapa, y que hay bugs conocidos que te pueden dejar sin entrada, audio o red en un arranque. Ten siempre un USB de rescate y copias versionadas de tu EFI.

Accesorios y ecosistema alrededor de Apple Silicon

Con el foco ya en los M‑series, han surgido propuestas para personalizar y mejorar la refrigeración de los sobremesa compactos. Carcasas de aluminio CNC como las ZEERA MacForge para Mac Studio y Mac mini buscan un look tipo Mac Pro, con chasis de aluminio y mejor flujo de aire, incluso con bandejas para SSD.

Para quien migra a un Mac mini M o a un Mac Studio, son opciones para ganar estética y termals sin tocar el hardware interno. No cambian el debate de fondo, pero sí ayudan a cerrar la transición con una configuración más cuidada.

Por último, una mención que tranquiliza a quienes vienen de Sequoia: todo lo que te funcionaba en gráficos debería seguir funcionando en Tahoe. Esa continuidad es clave si vas a convivir un tiempo entre ambos sistemas.

La fotografía general queda clara: Tahoe es la última estación para Intel, y el rincón definitivo donde Hackintosh y OCLP podrán brillar por última vez. Hay guías, builds y apaños para exprimirla como una “LTS” oficiosa, pero el futuro de macOS es ARM puro. Toca decidir entre estirar esa última versión con cabeza o dar el salto a Apple Silicon, sabiendo que el tren de las novedades ya no parará en Intel.


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