Durante la campaña presidencial de los Estados Unidos de 2016, gran parte del discurso que le permitió a Donald Trump convertirse en presidente de este país, se basó en tratar convencer (a base de incrementar los aranceles) a los fabricantes americanos para que llevaran sus producciones a los Estados Unidos, en lugar de fabricarlos principalmente en China.
El Mac Pro de Apple, desde su renovación con formato de papelera (que tan poco gustó a los profesionales por sus escasas capacidades de expansión), se había fabricado en Austin (Tejas). Con la renovación que se produjo en 2019 de este modelo, la fabricación de este modelo continuó en las mismas instalaciones.
Check out the gifts that people –– including the CEOs of @Boeing, @Ford and @Apple –– gave Trump. (from his final financial disclosure report, released today) https://t.co/nJYwiIxvAB pic.twitter.com/WiZP5HZ3EJ
— David Enrich (@davidenrich) January 21, 2021
El primer Mac Pro de 2019 que se fabricó en estas instalaciones fue directamente a parar a las manos de Donald Trump, un regalo que le hizo el propio Tim Cook según la información financiera que se ha hecho pública tras abandonar Trump la Casa Blanca y a la que ha tenido acceso The Verge.
Tanto Donald Trump como Tim Cook visitaron estas instalaciones a finales de 2019 para demostrarle al presidente en ese momento, que la compañía tenía instalaciones en el país, de paso recordarle que llevar la fabricación de todos sus productos era inviable económicamente tanto para el usuario como para la compañía.
Apple consiguió, gracias a su colaboración con Donald Trump, que la compañía disfrutara de una «exención federal de productos» para ciertos componentes necesarios para fabricar el Mac Pro en Estados Unidos.
El modelo que Tim Cook regaló a Donald Trump fue el básico, el modelo que cuesta 5.900 dólares, por lo que no incorporaba las ruedas para desplazarlo con mayor facilidad y que tienen un precio de 400 dólares. Obviamente, tampoco incluyó Pro Display XDR ni el Pro Stand, componentes que se fabrican fuera de Estados Unidos.
La fábrica que Apple tiene en Austin donde se fabrica el Mac Pro está orientada únicamente para satisfacer la demanda del país, ya que para el resto de mercados donde se vende, estos equipos se fabrican en China.