Desde su lanzamiento en Australia, los chicos de Cupertino nunca se podían imaginar que iban a tener tantos problemas para poder implementar su tecnología de pagos electrónicos en el país. Los bancos siguen empeñados en que Apple les de acceso al chip NFC del iPhone para poder utilizarlo con sus aplicaciones, algo que obviamente Apple no está dispuesta, ya que no sacaría un euro de este acuerdo. El motivo de buscar el acceso a este chip en el iPhone está motivado porque según los bancos, la comisión que Apple gana con cada transacción es demasiado elevada, una comisión que es la misma prácticamente en todo el mundo.
Para tratar de obligar a Apple a que libere el acceso al chip NFC, los bancos solicitaron permiso al tribunal de la competencia del país la posibilidad de poder sentarse a negociar con Apple para solicitar este acceso, solicitud que ha sido denegada. Pero además, también les ha prohibido que realicen campañas de boicot contra la compañía por esta negativa. Los bancos que habían solicitado este permiso son
Estos bancos australianos habían solicitado a la ACCC que les proporcione la autoridad para poder negociar colectivamente con Apple para acceder al chip NFC utilizado a partir del iPhone 6. Esto habría permitido a los bancos crear su propio sistema de pagos móviles, sistema de pagos que competiría directamente con Apple Pay. Los bancos argumentaron que esta medida beneficiaría a los consumidores que ya aumentaría la competencia entre los bancos, los que permitiría ofrecer más opciones a los consumidores, además de ser una in versión en innovación.
La ACCC esté de acuerdo en que los bancos puedan solicitar el acceso al chip NFC del iPhone, ya que aumentaría la competencia en beneficio de los consumidores en el sector de los pagos móviles pero a su vez daría lugar a una distorsión y reducción de la competencia. Apple siempre ha manifestado que conceder acceso al chip NFC pone en peligro la estabilidad el dispositivo, ya que está integrado con el sistema operativo y con el hardware del mismo.
