Volvemos a estar ante un nuevo caso en el que el Apple Watch deja de ser un simple reloj inteligente que recibe notificaciones, te avisa de tus citas, etc. para ser todo un salvavidas de un cliente con problemas de corazón. En este caso nos trasladamos a Inglaterra, más concretamente a Cockermouth, donde Kevin Pearson es el protagonista de nuestra historia.
Pearson, de 52 años, estaba sentado y leyendo tranquilamente, además de estar «pensando en sus asuntos». En ese preciso momento, su Apple Watch le indicó que su ritmo cardiaco estaba incrementándose. En un primer momento pensó que se trataba de un error del reloj inteligente de Apple ya que estaba sentado, tranquilo, sin realizar esfuerzos y él no notaba nada fuera de lo común.
Siguió las indicaciones del Apple Watch y estuvo monitorizando su ritmo cardiaco durante los siguientes minutos. En este intervalo de tiempo los altibajos eran evidentes: subían hasta las 135 latidos por minuto y bajaba de repente a 79 latidos por minuto. Algo no iba bien.
Por suerte y por coincidencia, Kevin Pearson ya se encontraba en un hospital; periódicamente acompañaba a su padre a realizarse pruebas médicas. Así que informó a los doctores y efectivamente: algo iba mal. Lo derivaron a un hospital de mayor tamaño y allí le comentaron que, tras varias pruebas de lectura de ritmo cardiaco y análisis de sangre, se encontraba en medio de los que los doctores llaman un «Evento».
No se han dado más detalles al medio The Independent quien se ha hecho eco de la historia. Lo que sí se ha podido conocer es que Kevin Pearson tiene configurado su Apple Watch para que éste alerte a su usuario cuando los latidos sobrepasen los 120 latidos por minuto. Asimismo, nuestro protagonista no había tenido en cuenta esta faceta tan importante del porpular wearable de Apple y de todo el registro que va guardando en su interior para poder compartir con su médico. Según parece, también escribió una carta de gratitud a Tim Cook, CEO de la compañía.
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