Primero fueron mensajes indiscriminados por email, después nos saturaron con mensajes SMS y ahora, la nueva plaga llega a través de un Whatsapp de un desconocido, poniendo en jaque al servicio de mensajería instantánea más grande del mundo, que en algún momento tendrá que poner remedio a esta ola de SPAM malintencionado.
¿A éstas alturas no has recibido aún un mensaje por Whatsapp de un desconocido? Veamos lo que está ocurriendo, qué debes hacer y qué no deberías hacer.
Email, mensajes y ahora WhatsApp
A nadie se le escapa que existen, hoy en día, prácticas habituales, de esos intrusos llamados «hackers» que intentan por todos los medios y sin descanso acceder a nuestros datos más sensibles.
Gracias a los filtros establecidos por los servicios de email, no se nos colapsa diariamente la bandeja de entrada diciéndonos que tenemos un paquete sin recoger o pidiéndonos que introduzcamos nuestros datos bancarios en una web que es idéntica a la de nuestra entidad bancaria. Esto se llama pishing.
De la misma forma y por mensajería SMS, no son pocos los mensajes que llegan, día tras día, con nuevas claves para nuestra operativa bancaria de números desconocidos o enviándonos una oferta muy apetecible dónde sólo hay que pinchar para ganar.
El nuevo objetivo donde parece haberse centrado la actividad de éstos individuos, no es ni más ni menos que Whatsapp. Y desde hace un tiempo, están empezando a llegar Whatsapp de un desconocido, o de varios.
¿Cómo comienza?
Tan sólo añadiendo tu número de teléfono a su lista de contactos, ya pueden establecer una conversación contigo, Whatsapp en eso lo pone fácil. El método es rápido y sencillo.
Ahora sólo queda colocar el gancho. Un despiste, un descuido, te escriben por error diciendo que estaban intentando contactar con otra persona y recibes el Whastapp de un desconocido, y a raíz de ahí, ya intentan entablar conversación con el objetivo de que les reveles datos importantes sobre ti.
Son pacientes. Utilizan una identidad falsa de otra persona real para que el engaño sea creíble e incluso puede que te manden fotos. El único arma que tienes a tu favor es el idioma, porque normalmente te hablan en inglés. Que eso siempre echa para atrás.
Entablada la conversación, a cada tanda de mensajes, suelen demandar más y más atención, con cualquier excusa, para derivar la conversación a sacar la información que necesitan. Suelen preguntar a qué te dedicas, cuáles son tu hobbies, tu nivel aproximado de vida, todo muy sutil, y siempre apelando a un posible interés romántico, ya que la persona al otro lado, adquiere el rol de sexo contrario al tuyo (lo sea o no).
Hay una cosa en la que no te van a engañar, para darle verosimilitud a su relato. Ya que vas a ver el número de teléfono desde el que te contactan, siempre te dirán correctamente, si les preguntas, el país al que pertenece el prefijo internacional.
Normalmente, la conversación se encamina a saber el nivel económico que tienes, y cuándo detectan que podrías una persona con capacidad para invertir es cuando te empiezan a contar que ellos invierten sin riesgo en una aplicación de minería de criptomonedas. No falla.
¿Qué debemos hacer al recibir un WhatsApp de un desconocido?
Si no lo has descartado, desde el inicio, responder al Whatsapp de un desconocido, es recomendable no prolongar más la conversación de lo meramente cordial, por muy insistente que sea en que no lo hagas y por muy interesante que te pueda parecer la foto de perfil, que evidentemente es un primer gancho.
Basta con bloquear a ese contacto desde la misma app, y ya no podrá escribirte más. Sin embargo recomiendo hacerlo de forma cordial y no brusca, pues eso dará pie a que recibamos más WhatsApp de un desconocido. Recordemos, tienen paciencia y son muy insistentes.
¿Qué no deberías hacer al recibir un WhatsApp de un desconocido?
Por descontado, no darle detalles de tu vida privada (pareja, hijos, negocios, etc). Tampoco mandar fotos personales o en situaciones comprometidas. Eso podría dar pie a futuros chantajes. Ni es la primera vez ni la última que hemos escuchado el robo de imágenes comprometidas que luego pueden aparecer publicadas a lo largo y ancho de Internet.
Jamás proporcionar contraseña alguna de servicios que utilices, bajo ningún pretexto. Seguro que la contraseña que utilizas, no sólo es de un sólo servicio, sino que da acceso a más cosas de las que piensas y puedes llevarte un susto.
En definitiva, aunque todo lo que conlleva recibir un WhatsApp de un desconocido te pueda parecer inofensivo y una oportunidad para entablar una conversación con un alguien imaginario al que pudieras cogerle algún apego, desconfía en absoluto cuanto antes, porque nada acontece por casualidad en el mundo digital. Y más vale prevenir que curar, cortar cualquier comunicación sospechosa que vaya más allá de una inocente coincidencia.