Wi‑Fi 7: qué es, cómo funciona y por qué puede ser lo mejor para tu casa

  • Wi‑Fi 7 (802.11be) suma MLO, 320 MHz y 4096‑QAM para más velocidad y menos latencia.
  • La banda de 6 GHz aporta capacidad; en la UE su uso es indoor y parcial frente a EE. UU.
  • Para aprovecharlo necesitas router y clientes compatibles; ya hay routers de operadoras.
  • En casas exigentes mejora streaming 4K/8K, gaming, VR/AR y redes con muchos dispositivos.

Red Wi‑Fi 7 en el hogar

Si en tu casa todo pasa por el Wi‑Fi —teletrabajo, streaming 4K/8K, gaming o domótica y hogar conectado—, la siguiente evolución importa y mucho. Wi‑Fi 7 no es un pequeño salto: es la primera versión que de verdad se acerca al rendimiento de una conexión por cable, con menos esperas, menos cortes y más margen cuando hay decenas de dispositivos peleando por el aire.

Más allá de los titulares, el nuevo estándar 802.11be EHT llega con cambios profundos: canales el doble de anchos, modulación más eficiente, funcionamiento multienlace (MLO) y mejoras de eficiencia que reducen la latencia y exprimen las tres bandas (2,4, 5 y 6 GHz). A continuación te contamos, con detalle y en castellano de la calle, qué aporta, cómo funciona y por qué puede ser lo mejor para tu casa.

Qué es Wi‑Fi 7

Wi‑Fi 7 es el nombre comercial del estándar IEEE 802.11be (Extremely High Throughput, EHT). Su objetivo es elevar claramente la velocidad, la capacidad y la estabilidad frente a Wi‑Fi 6/6E, aprovechando de forma simultánea las bandas de 2,4, 5 y 6 GHz y desbloqueando tecnologías nuevas como MLO (Multi‑Link Operation), canales de hasta 320 MHz y modulación 4096‑QAM.

En cifras teóricas, el techo sube hasta 46 Gbit/s por punto de acceso, prácticamente cinco veces lo que marcaba el máximo de Wi‑Fi 6/6E. En condiciones reales, el salto también es notable: más caudal en cada dispositivo, menos colas en redes saturadas y tiempos de respuesta cercanos a lo que notas con un cable Ethernet.

Qué es Wi‑Fi 7 y beneficios en casa

Fecha y certificación: la llegada de Wi‑Fi 7

Wi‑Fi 7 es oficial desde el 9 de enero de 2024. La Wi‑Fi Alliance anunció la certificación en el CES de Las Vegas, con 18 dispositivos inaugurales de marcas como TP‑Link, MediaTek o Amazon. Desde entonces, han ido apareciendo routers y puntos de acceso certificados, y la adopción irá a más durante 2024‑2025 según se renueven gamas de producto.

En demostraciones industriales, proveedores como MediaTek ya enseñaron que se puede alcanzar el máximo definido por el estándar, lo que alimenta la idea de que el nuevo Wi‑Fi puede ser, para muchos usos, el sustituto práctico del cable. De hecho, el caudal de referencia que maneja la industria para comparar es USB4 (40 Gbit/s), y Wi‑Fi 7 está diseñado para jugar en esa liga.

Datos clave y comparación con generaciones anteriores

Para ubicarnos rápido, conviene ver los grandes titulares técnicos y cómo se comparan con los Wi‑Fi anteriores. Así quedan las piezas más importantes:

  • Velocidad máxima teórica: Wi‑Fi 4 (1,2 Gbit/s) → Wi‑Fi 5 (3,5 Gbit/s) → Wi‑Fi 6/6E (9,6 Gbit/s) → Wi‑Fi 7 (hasta 46 Gbit/s).
  • Bandas: 2,4 GHz (cobertura) + 5 GHz (equilibrio) + 6 GHz (capacidad y limpieza de espectro) en Wi‑Fi 7.
  • Ancho de canal: hasta 320 MHz en Wi‑Fi 7 (el doble que los 160 MHz de Wi‑Fi 6/6E).
  • Modulación: de 1024‑QAM (Wi‑Fi 6) a 4096‑QAM en Wi‑Fi 7 (un 20% más de bits por símbolo).
  • MIMO: salto de 8×8 a 16×16 flujos espaciales, con más ancho de banda simultáneo para todos.
  • Canales disponibles: 2,4 GHz (11 canales de 20 MHz), 5 GHz (hasta 25 canales, 20‑160 MHz), 6 GHz (hasta 60 canales, 20‑320 MHz; en Europa ver apartado regulatorio).

Este cóctel de mejoras permite meter más datos por el aire, gestionar mejor las colisiones, servir a más clientes a la vez y bajar claramente la latencia. Esto, en casa, se traduce en menos buffering, juegos más finos y videollamadas sin tartamudeos incluso con redes muy pobladas.

Novedades técnicas que marcan la diferencia

Wi‑Fi 7 no solo aumenta “los números”; también cambia cómo funciona la red por dentro para ser más ágil y estable cuando las cosas se ponen difíciles.

  • MLO (Multi‑Link Operation): la gran estrella. Permite que un dispositivo use varios enlaces (canales/bandas) a la vez para enviar/recibir. Así, si un canal se satura o sufre interferencias, el tráfico salta por otro, reduciendo latencia y cortes.
  • Canales de 320 MHz: duplican el ancho máximo previo y abren la puerta a velocidades multigigabit sostenidas en clientes compatibles.
  • 4096‑QAM: empaqueta más bits por símbolo; combinado con buenas condiciones de señal, mejora el caudal entre un 20% y un 25% frente a 1024‑QAM.
  • Multi‑RU: con Wi‑Fi 6, a cada cliente se le asignaba una única unidad de recurso (RU) por transmisión. Con Wi‑Fi 7 se pueden agrupar múltiples RU para un mismo usuario y aprovechar mejor el espectro.
  • 512 Compressed Block‑Ack: reduce sobrecarga de confirmaciones en tramas grandes, aumentando la eficiencia.
  • Preamble Puncturing: “punza” partes del canal interferidas para seguir usando el resto del ancho disponible en lugar de renunciar al canal completo.
  • UL OFDMA mejorado (acceso de enlace ascendente activado): perfecciona lo introducido en Wi‑Fi 6 para flujos sensibles a la latencia y requisitos de QoS.
  • 16×16 MU‑MIMO: duplica la capacidad espacial para atender a más clientes a la vez con streams dedicados.
  • TWT (Target Wake Time) optimizado: más tiempo durmiendo, menos tiempo escuchando, lo que ayuda a la batería de móviles, wearables y dispositivos IoT.
  • EPCS (Emergency Preparation Communication Service): mecanismo para priorizar comunicaciones de emergencia manteniendo la calidad del servicio en redes Wi‑Fi.

El resultado práctico: menos jitter y colas cuando hay tráfico mixto (vídeo, juegos, copias en la nube, domótica), mejor aprovechamiento de la banda de 6 GHz y respuestas más inmediatas en todo lo que necesita inmediatez.

Bandas y regulación de 6 GHz: Europa vs EE. UU.

La banda de 6 GHz es la joya de la corona: limpia, amplia y perfecta para canales de 320 MHz. Pero su uso varía por regiones por motivos regulatorios.

En Estados Unidos, la FCC abrió los 1200 MHz (5925‑7125 MHz), permitiendo dispositivos LPI (Low Power Indoor), SP (Standard Power) y VLP (Very Low Power). Para exteriores con potencia estándar se exige coordinar la frecuencia y potencia mediante un servicio AFC (Automatic Frequency Coordination) que evita interferencias con satélites, radioenlaces o estaciones meteorológicas.

En la Unión Europea la apertura es más conservadora: solo se liberó la parte baja (5945‑6425 MHz), unos 500 MHz. Además, por ahora solo se permiten dispositivos LPI y VLP, sin despliegue de 6 GHz en exteriores. La Comisión Europea fijó un proceso de consulta hasta el 31 de diciembre de 2024 para revisar el marco y volver a pronunciarse en 2025.

¿Qué implica en casa? Que tendrás menos canales de 6 GHz disponibles en la UE que en EE. UU., pero aun así la banda es un alivio enorme frente a 2,4 GHz (muy saturada por Wi‑Fi y tecnologías como Bluetooth o Zigbee) y 5 GHz (todavía saneada, pero con limitaciones DFS en ciertos entornos). Para interiores, que es donde más usamos el Wi‑Fi, el salto de capacidad y limpieza se nota.

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Para qué sirve en casa: usos reales que se notan

Más allá de la teoría, ¿en qué se traduce? En que incluso con muchos equipos conectados, la red sigue yendo fina:

  • Streaming 4K y 8K: varios televisores 4K/8K emitiendo a la vez, sin bloques ni pixelaciones, mientras otros hacen copias en la nube.
  • Juegos en la nube y online: la latencia cae y el jitter se estabiliza; moverse, apuntar y disparar se siente instantáneo, muy cerca de la experiencia por cable.
  • VR/AR y experiencias inmersivas: la combinación de alta velocidad y baja latencia es la base para visores más fluidos y metaverso sin mareos.
  • Videollamadas y teletrabajo: cámaras 4K, compartición de pantalla y voz sin artefactos incluso cuando la familia está usando todo lo demás.
  • Hogar inteligente (IoT): sensores, cámaras UHD, cerraduras y electrodomésticos conviven con tráfico pesado sin que el Wi‑Fi “se venga abajo”.

En casas grandes, Wi‑Fi 7 también simplifica la cobertura. El soporte de 6 GHz, la mejor gestión de interferencias y la inteligencia de MLO hacen que los sistemas de malla (mesh) sean más eficaces, reduciendo zonas muertas y handoffs torpes entre nodos.

Qué necesitas para aprovecharlo de verdad

Hay una regla de oro: para disfrutar de Wi‑Fi 7, router y dispositivo deben ser compatibles. Si el cliente (móvil, portátil, tele) no habla 802.11be, funcionará —porque el estándar es retrocompatible—, pero no verás las ventajas gruesas (MLO, 320 MHz, 4096‑QAM).

El mercado ya se está moviendo. En móviles, empiezan a aparecer modelos con soporte Wi‑Fi 7, y ya hay referencias concretas como los Oppo Find X6 Pro, Find X7, Find X7 Ultra y Find X8. En paralelo, gamas altas de portátiles y tarjetas PCIe/USB para sobremesa incorporan chipsets de MediaTek, Qualcomm, Intel, etc., con 802.11be.

En España, algunos operadores han comenzado a ofrecer routers con Wi‑Fi 7: Digi (incluido con su fibra Pro 10 Gbps), Orange (tarifas Love) y los grupos Euskaltel, R y Telecable para nuevos clientes. Si te encaja, es una manera sencilla de renovar la parte “AP” de tu red doméstica.

Consejo práctico: si tu casa es grande, plantéate un sistema mesh Wi‑Fi 7 con backhaul dedicado. Así mantienes altos los anchos de banda entre nodos y los dispositivos disfrutan de MLO y 6 GHz donde más brilla: interior, corta/ media distancia y pocas interferencias.

Preguntas frecuentes (y respuestas claras)

¿Puede sustituir al cable Ethernet? Para la gran mayoría de usos domésticos, Wi‑Fi 7 “se le arrima” mucho al cable: las latencias bajan, las colas se gestionan mejor y los picos de caudal son muy altos. Aun así, para enlaces críticos (NAS de edición, eSports profesionales, backbone casero) el cable sigue siendo el rey por determinismo y ausencia total de interferencias.

¿Cuántos canales hay realmente? En 2,4 GHz hablamos de 11 canales de 20 MHz; en 5 GHz hay hasta 25 canales de 20‑160 MHz; en 6 GHz, hasta 60 canales de 20‑320 MHz, aunque en la UE solo está abierta la porción 5945‑6425 MHz (menos canales que en EE. UU.).

¿Es más seguro? Hoy el baseline es WPA3, muy maduro; tienes consejos sobre seguridad en redes Wi‑Fi públicas. La industria trabaja en WPA4 para reforzar aún más la seguridad en nuevas generaciones. Además, Wi‑Fi 7 incorpora mecanismos de priorización como EPCS para comunicaciones de emergencia.

¿Mejorará la batería de mis dispositivos? Sí, gracias a TWT y a una gestión del medio más eficiente. Los clientes pasan más tiempo durmiendo y menos escuchando el canal, lo que ahorra energía en móviles, wearables y sensores.

¿Qué pasa si en mi zona hay muchas redes? Ahí es donde Wi‑Fi 7 luce: MLO, Multi‑RU, Preamble Puncturing y la banda de 6 GHz reducen las colisiones y aprovechan huecos del espectro. En la práctica, la red es más fluida aunque haya decenas de SSID alrededor.

¿Cuándo será “lo normal”? La certificación llegó en enero de 2024 y durante 2024‑2025 veremos una cascada de routers, APs y clientes compatibles. Los precios bajarán al ritmo habitual y, mientras tanto, puedes ir renovando primero el router/AP para que conviva con tus dispositivos actuales (retrocompatibilidad) y vaya desbloqueando funciones a medida que cambies clientes.

Comparativas útiles para entender el salto

Para visualizar mejor el cambio, estos contrastes ayudan:

  • Velocidad: de 9,6 Gbit/s (Wi‑Fi 6/6E) a picos de 46 Gbit/s (Wi‑Fi 7). En escenarios reales, es habitual ver mejoras x2‑x4 en equipos modernos y entornos limpios.
  • Latencia: Wi‑Fi 7 recorta tiempos de ida y vuelta y estabiliza el jitter. Se nota especialmente en juegos, VR/AR y videollamadas concurrentes.
  • Capacidad: más clientes simultáneos con caudales útiles gracias a 16×16 MU‑MIMO y a una programación de recursos más flexible (Multi‑RU).
  • Resiliencia: con Preamble Puncturing, MLO y 6 GHz, la red aguanta mejor interferencias y congestión sin caer en espirales de reintentos.

Casas grandes y exigentes: por qué encaja tan bien

Si vives en un chalet o un piso amplio con varias plantas, jardines o tabiques “duros”, sabrás que el Wi‑Fi sufre. Con Wi‑Fi 7 mejoras por tres vías: más espectro útil, mejor coordinación entre radios y mallas más listas (mesh + MLO). Eso se traduce en que el portátil de la buhardilla, la cámara del garaje y la tele 8K del salón se mantengan contentos a la vez.

También ganan los escenarios con mucha pantalla simultánea: alguien jugando en la nube, otra persona en una call 4K, la tele con Dolby Vision y varios móviles subiendo reels y copias de fotos a la nube. Donde antes el router se “asfixiaba”, ahora prioriza y reparte mejor.

Riesgos en WiFi público

¿Qué hay del IoT y la domótica?

Curiosamente, no todo en casa tiene que hablar Wi‑Fi 7. Un interruptor o un sensor que solo manda telemetría irá perfecto con 2,4 GHz clásico; exigirle 802.11be lo encarecería sin aportar nada. Donde sí conviene Wi‑Fi 7 es en cámaras UHD, timbres con vídeo, hubs de voz, decodificadores/TVs, consolas y PCs que realmente exprimen el ancho de banda o exigen latencia muy baja.

Consejos de compra y despliegue

Antes de comprar, revisa compatibilidades: que el router soporte MLO, 320 MHz y 6 GHz; que los clientes que te importan también lo hagan. Si vas a montar malla, busca backhaul dedicado (idealmente en 6 GHz) para que los nodos se hablen “fuera” del tráfico de clientes.

En pisos con mucha vecindad, la banda de 6 GHz y Preamble Puncturing marcan diferencias porque te dejan aprovechar huecos de espectro. En adosados/chalets, intenta ubicar el AP principal en un punto central y alto, y usa cableado donde puedas para llevar nodos mesh a zonas críticas; el resto, que lo haga MLO.

Mirando un poco más allá

La industria ya tiene el ojo puesto en lo que vendrá (Wi‑Fi 8), pero ahora mismo el salto útil está aquí. Wi‑Fi 7 acerca el “sin cables” a la experiencia de un enlace cableado, habilita nuevos casos en VR/AR y alivia por fin la congestión que sufrimos en hogares con 30‑50 dispositivos conectados. Si tu red actual se queda corta o estás entrando en el universo 8K y juego en la nube, dar el paso tiene todo el sentido.

Con todo lo anterior, queda claro que Wi‑Fi 7 aporta caudal, estabilidad y respuestas rápidas justo donde más duele: casas grandes, redes con muchos usuarios y entornos saturados. Si combinas un buen router (o malla) con clientes compatibles y aprovechas la banda de 6 GHz, tendrás una experiencia inalámbrica que por fin no te obliga a pensar en el cable a cada rato.

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