El paso de los años no perdonan. Y la vista es una de las primeras señales que recibimos: tenemos problemas para enfocar; necesitamos gafas para leer la lectra pequeña; etc. Sin embargo, con la llegada de las nuevas tecnologías, también llegaban soluciones para todos los gustos. Y como es de recibo, el poder personalizar el tamaño de letra que leemos en pantalla es una de esas ventajas que sobre el papel físico poco podemos hacer.
Tanto en los dispositivos móviles como en equipos de sobremesa de Apple, este tamaño de fuente se puede ajustar. Además, si eres de los que usan Safari como navegador web predeterminado, te diremos que existe una opción para que no tengas que ajustar manualmente ese tamaño de fuente que se te muestran en las páginas de internet que sueles visitar. Y aquí te explicamos lo fácil que es.
Lo primero que te recomendamos es que hagas una prueba en algún documento en blanco de alguna de las diferentes soluciones ofimáticas que dispone la plataforma y comiences a probar cuál es el tamaño más pequeño que te es cómodo leer sobre la pantalla. Una vez tengas este dígito identificado, es hora de pasar a la acción en Safari.
Al abrir Safari, dirígite a «Preferencias» —barra de menú bajo la opción «Safari»—. Una nueva ventana se abrirá y tendrás todas las opciones divididas en pestañas. En nuestro caso solamente nos interesa la última opción, la que nos indica «Avanzado».
Dentro de esta opción tenemos diferentes alternativas de personalización. Y seguramente, la protagonista de este consejo, no esté marcada. Nos referimos a la opción «No utilizar nunca un tamaño de letra inferior a…» y por defecto nos aparece un «9». ¿Recuerdas que te dijimos que probaras diferentes tamaños de letra en un documento en blanco? Pues en ese recuadro de las preferencias de Safari coloca esa cifra que se ajusta a tus necesidades. A partir de ese momento, cualquier página web se adaptará a ese tamaño de letra por defecto que has impuesto. Es decir, como mínimo los textos tendrán ese tamaño. De ahí en adelante.