Desde que Donal Trump alcanzó la presidencia de los EEUU, el CEO de Apple ha mantenido varias reuniones con él, para hablar de diversos temas. Por ejemplo la decisión de mantener la lucha en favor del programa DACA o para pedir que cancele los aranceles de los productos que vienen de China.
No siempre las relaciones han sido agradables, pero Tim Cook se esfuerza para que no sea ni cordial ni tormentosa. Hace verdaderos malabares para ganarse la confianza pero sin parecer amigos. Según un informe, la relación entre ambos personajes, es bastante improbable.
Cook no es amigo ni enemigo de Trump
Un informe que ha analizado las acciones del CEO de Apple que ha tenido con Trump desde que llegó al poder, ha concluido que Tim Cook ha realizado verdaderos esfuerzos para que la sangre no llegue el río. Por el bien de los intereses de Apple y de sus trabajadores.
En la primera de las reuniones que tuvieron, los consejeros de Apple estaban decididos a que Cook no asistiera, debido a las opiniones que Trump tenía sobre intervención de China en la fabricación del iPhone y el cifrado de los dispositivos de Apple. Sin embargo, salió victorioso siempre exponiendo argumentos políticos y de ingeniería muy sólidos.
Para contrarrestar esa pequeña pero importante victoria sobre la administración del presidente, Tim Cook inició una relación más estrecha con el presidente y su familia. Los analistas la definen como “una alianza poco probable dadas sus personalidades antagonistas y puntos de vista divergentes sobre muchos temas”.
Una de cal y otra de arena. Apple esta en una posición relativamente cómoda. Casi el 97% de las donaciones de empleados de Apple a candidatos en las elecciones de mitad de período de 2018 fueron para demócratas y se han permitido desafiar al presidente en varios temas. Aún así, Apple se ha beneficiado en la emisión de tarifas y los cambios fiscales en los bonos de empleados.
Un ejemplo de esa relación cordial entre Apple y Trump, son las declaraciones que realizó el senador Mark Warner: «Hay mucha gente en Silicon Valley que apesta a desdén por la política…a menudo presuponen que son mucho más inteligentes que nadie en la política… Tim no tiene ese enfoque. En realidad escucha.»
En definitiva, se puede decir que Tim Cook tiene mucha mano izquierda con el presidente Trump y su equipo, con el fin de poder obtener beneficios para él y sus empleados pero sin renunciar a la lucha por sus ideas.
