Hace unos días, os informamos del acuerdo al que habían llegado Apple y Qualcomm para dar por finalizadas las disputas entre ambas empresas en los últimos meses, disputas que habían provocado que algunos modelos de iPhone dejaran de estar disponibles a la venta tanto en Alemania como en China.
Aunque no se han hecho públicos los términos del acuerdo, todo parece indicar que Apple tendrá que pagar unos 6.000 millones de dólares además de seguir viéndose obligada a pagar entre 75 y 80 dólares por cada iPhone que Apple ponga en el mercado, debido al uso de patentes. Poco después Intel anunció que se retiraba de la competición por la creación de módems 5G.
Inicialmente, el máximo responsable de Intel afirmó que la rentabilidad de los smartphones había ido bajando en los últimos años, hasta no ser realmente rentable realizar la inversión prevista necesaria para poder desarrollar módems 5G.
Pero según podemos leer Wall Street Journal, el verdadero motivo de la decisión se debió al acuerdo al que habían llegado Apple y Qualcomm, quedándose este último con la parte del pastel que inicialmente estaba prevista para Intel si no se hubiera llegado a ningún tipo de acuerdo.
Apple no parece estar muy dispuesta a seguir pasando por el aro de Qualcomm y hace unos días se publicó un rumor en el que se afirmaba que Apple podría confiar en Samsung a la hora de implementar los chips 5G en los futuros iPhone, una idea que no es descabellada en absoluto, ya que le vendría ideal a Apple para seguir reduciendo la dependencia que tiene y seguirá teniendo de Qualcomm en los próximos años.
De momento, el primer iPhone con tecnología 5G no llegará al mercado, según la mayoría de rumores hasta 2020, por lo que hay tiempo suficiente, para que Apple alternativas válidas para implementar en sus terminales.
