El último modelo de Mac Pro que apareció hace ya más de un año, con un diseño rompedor y una filosofía totalmente diferente en cuanto a integración de los componentes internos respecto a la de su predecesor, estaría causando diversos problemas gráficos en diferentes aplicaciones orientadas a usuarios profesionales.
Los problemas se centran principalmente en torno a DaVinci Resolve 11, la suite de herramientas relacionadas con la corrección de color, post-procesado, exportación de video… impulsado por OpenCL. Ya en mayo de este año se reportaron problemas al respecto donde se producían bloqueos en aplicaciones y distintos artefactos en el video resultante de la exportación. En ese momento se achacó a la versión del software ( OS X Mavericks 10.9.3 ) donde se instó a los usuarios a que esperasen una nueva actualización o hiciesen un downgrade de versión a la 10.9.2.
Sin embargo parece que los problemas aún continúan con el lanzamiento de OS X Yosemite. La causa de esta incompatibilidad todavía sigue sin aclararse y en los foros de soporte de Apple continúan creciendo el número de quejas de los usuarios al respecto.
Otros usuarios han reportado que la solución temporal al problema es instalar BootCamp en el Mac Pro y reiniciar el equipo en Windows, esto resolvería el problema pero está claro que no es una solución definitiva. Se cree que puede ser un problema de software donde los controladores gráficos no actúen correctamente sobre las tarjetas y no se cree un flujo de aire correcto que ventile bien las mismas, produciéndose problemas de sobrecalentamiento y los consiguientes artefactos de imagen.
En definitiva según hemos podido saber por los comentarios en los foros, la comunidad de usuarios profesionales estaría bastante decepcionada y esto unido a otro tipo de incidentes como el desastroso despliegue de Final Cut Pro X, habría conseguido que gran parte de esos profesionales se pasasen a Adobe.