La nueva generación del MacBook Pro de 16 pulgadas, llega de la mano de cambios significativos a lo que Apple nos tenía acostumbrados en los últimos 3 años, cuando se lanzó la esperada renovación estética en 2016, siendo el mecanismo de mariposa de los teclados el que mayor atención ha recibido por parte tanto de los medios como de los usuarios.
El MacBook Pro de 16 pulgadas, no solo vuelve a clásico teclado de tijera, sino que además incluye un misterioso sensor situado dentro del equipo, concretamente en la bisagra, que probablemente se encarga de medir el ángulo exacto de apertura de la tapa.
Los chicos de iFixit especulan en que este sensor podría estar orientado a facilitar a Apple un historial de como ajustan los usuarios la pantalla, para probablemente ayudar a diagnosticar potenciales problemas de retroiluminación como el conocido Flexgate, que pueda pueda aparecer en un futuro (esperemos que no).
Mientras Apple no ofrezca información acerca del funcionamiento de este sensor, es difícil conocer con más exactitud cual es su función concreta. MacRumors ha tenido acceso al documento que tiene a disposición los talleres oficiales y donde se puede leer que tanto la pantalla del equipo como el sensor del ángulo de la tapa necesitan ser calibrados después de abrir el equipo para realizar cualquier tipo de reparación.
También es probable que este sensor esté asociada al alguna función de macOS Catalina que todavía se ha anunciado. Sin embargo, la primera teoría, tiene más sentido, ya que le pemitirá a Apple diseñar la gama de MacBook en general basándose en el uso que hacen la mayoría de usuario para así evitar futuros problemas en general. Es probable que este no sea el único sensor disponible dentro del MacBook Pro enfocado a conocer como utilizan los usuarios sus equipos.