Cada vez que Apple lanza una nueva versión de OS X, ahora denominado macOS, lo más recomendable es realizar una instalación limpia en nuestro Mac, es decir, formateando el disco duro y realizando una instalación desde cero a través de un USB. Si queremos que nuestro Mac funcione perfectamente y sin ningún tipo de problemas, más allá de los que pueda traer el sistema operativo, no es conveniente actualizar nuestro Mac a la última versión ya que los problemas que tuviéramos en él, los arrastraremos en esta instalación y seguiremos sufriéndolos. El problema se nos presenta cuando después de mucho tiempo hemos conseguido configurar nuestro Mac a nuestro gusto y con las aplicaciones que más utilizamos.
Si no hemos realizado muchos cambios en el sistema es probable que no nos esa difícil recordar cual es la configuración que estamos utilizando el Mac, por lo este problema es un mal menor. El problema puede venir cuando hacemos uso de muchas aplicaciones, aplicaciones que debido su dudosa procedencia (creo se entiende perfectamente) tenemos que volver buscar, descargar e instalar, un proceso que nos lleva mucho tiempo, tiempo que en muchas ocasiones no podemos perder. Pero si disponemos de tiempo suficiente, también podríamos considerarlo un mal menor. Evidentemente doy por hecho que todos vuestros archivos están a buen recaudo en una copia de seguridad.
Borrar aplicaciones del Dock
Una vez ha finalizado la instalación de de macOS, vamos a revisar el dock, dock que de forma nativa nos viene con un gran número de aplicaciones, muchas de las cuales no vamos a utilizar.
- Para eliminar las aplicaciones que tenemos en el dock tan solo tenemos que situarnos con el ratón encima de ellas y pulsar el botón derecho.
- Ahora nos dirigimos hasta las Opciones y pulsamos en Eliminar del Dock y la aplicación desaparecerá del Dock dejando más espacio para que añadamos más aplicaciones que realmente si que vamos a utilizar.