El trabajo que realiza Apple en materia de seguridad no pasa desapercibido para el resto de compañías tecnológicas y relacionadas con el ecosistema de la ciberseguridad, la privacidad del usuario y la protección de sus datos.
Esta afirmación llega hasta tal punto que el FBI, harto de invertir valiosos recursos y mucho tiempo en poder tener acceso a dispositivos de la marca cuyos usuarios han cometido algún tipo de crimen, se refieren usualmente a la marca con sede en Cupertino como esos “geniecillos malvados”.
Según Stephen Flatley, experto forense del FBI, el proceso de descifrar la información de un iPhone se ha ralentizado muchísimo, hasta el punto que lo que hace unos años se podía realizar en sólo 2 días, hoy les cuesta en torno a los 2 meses, con un coste muy superior al normalmente destinado en este tipo de prácticas.
En la retina tenemos aún el caso del tiroteo sucedido en San Bernandino, donde las fuerzas de seguridad americanas invirtieron casi un millón de $ en pagar a Cellebrite, empresa especializada en vulnerar la seguridad de los dispositivos, contratada para descifrar el iPhone 5C de uno de los tiradores, sin encontrar, por cierto, ninguna información relevante.
El FBI ha sido bastante duro en las declaraciones realizadas contra Apple, debido a que los chicos de Cupertino se niegan a abrir una “puerta trasera” donde las fuerzas de seguridad puedan acceder fácilmente en caso de que fuera necesario. Esto, según dicen, entorpecen las investigaciones, y priorizan esta situación como una situación urgente de seguridad pública.
Actualmente, para acceder a un dispositivo de un usuario implicado en un delito, se necesita una orden judicial. Sin embargo, las continúan mejoras en materia de seguridad proporcionadas por Apple, hacen que ni siquiera la propia compañía tecnológica tenga acceso a los datos sensibles de sus usuarios.
Además, en un intento de instar a todos sus usuarios a proteger sus teléfonos, Apple tiene publicadas varias páginas donde informan a sus clientes cómo mantener la seguridad y privacidad de sus dispositivos.
Para estos «geniecillos malvados», la privacidad es un derecho humano fundamental, por lo que como es ya habitual en las oficinas de Cupertino, se toman muy en serio la seguridad de sus dispositivos.
