Hoy es el aniversario del Apple Extended Keyboard II, uno de los mejores teclados para Mac

De vez en cuento es oportuno mirar atrás, para conocer los productos de Apple que han cambiado la historia. Nos remontamos a 1990, cuando ni mucho menos existía el iPhone. Apple reservaba tal día como hoy, la patente de del Apple Extended Keyboard II. Como nos viene acostumbrando Apple, sería una revolución. Hasta tal punto, que a día de hoy, muchos maqueros siguen utilizando este teclado. Y no es nostalgia. En la era de las teclas con un recorrido reducidísimo, como ejemplo el teclado de los últimos portátiles de Apple, muchos usuarios siguen prefiriendo un teclado mecánico.

Cuando el Apple Extended Keyboard II estaba realizado con la fórmula perfecta: pasaba el tiempo y el teclado se encontraba como el primer día, la sensación al teclear era perfecta y el sonido que acompañaba a las teclas, click-clack, sonaba a música celestial. En ese momento, los ordenadores se preparaban a media, y la mayoría hacía esfuerzos para contar entre sus configuraciones, con el teclado de Apple. A día de hoy, se puede usar gracias a un adaptador para convertir la salida del teclado en USB.

Para muchos, es uno de los mejores teclados de la historia de Apple. En este momento puedes pensar que el teclado fue creado por el mismo Steve Jobs. Pues en este caso, no fue así. Jobs estaba en contra de los teclados extendidos, que comenzaron a fabricarse en 1987. En ese mismo año, Jobs abandonaba Apple tras la lucha interna con el CEO John Sculley. Steve Jobs había optado por teclados al más puro estilo de Apple, sin flechas ni símbolos. No sabemos si sería partidario a día de hoy de la Touch Bar.

Pero el este teclado de Apple estaba diseñado para el éxito. Contaba con componentes de primera calidad. La precisión a la hora de escribir, no dejo indiferente. Prácticamente cada nota sonaba algo diferente, pudiendo llegar a identificarlas. Además, para muchos, el retroceso de las teclas era exactamente el deseado.

Para los nostálgicos, trajo novedades que aun hoy se recuerdan. Las mayusculas se quedaban a mitad recorrido cuando las pulsabas, lo que permitía reconocer inmediatamente si escribías en mayúsculas. También trajo un pie extensible en su base, a diferencia de su predecesor, ajustándolo en altura.

En definitiva, el teclado no nos dejó indiferentes y hoy lo recordamos como se merece.