Es más que probable, que si el esperado iPhone X llega al mercado a un precio interesante y apto para la mayoría de bolsillos de los usuarios de productos de Apple, nuevamente se convierta en un superventas. Pero todo parece indicar que la disponibilidad va a ser más reducida que en años anteriores, debido a los problemas a los que se están enfrentando Apple en su producción en serie, unos problemas que lleva arrastrando varios meses y que están relacionados con la nueva pantalla que estrenara el modelo con el que Apple quiere celebrar el décimo aniversario del lanzamiento del primer iPhone.
Según informa The Wall Street Journal, los problemas en la producción han retrasado el proceso de ensamblaje de los componentes aproximadamente un mes, y actualmente Foxconn está tratando de aumentar la producción de su fábrica en Zhengzhou ofreciendo bonificaciones a los empleados que puedan traer a nuevos trabajadores a las instalaciones donde la compañía tiene a unos 250.000 empleados.
En el iPhone X, por fin Apple implementará una pantalla de tecnología OLED, fabricadas por Samsung, en embargo los módulos de pantalla son diferentes a los que utiliza la compañía coreana en sus terminales. Mientras que las pantalla OLED de Samsung tiene una pantalla integrada con el panel táctil, Apple quería que ambos elementos fuera de forma independiente, esto obliga que el proceso de fabricación sea más laborioso, además de utilizar más pegamento, añadir una película protectora lo que al final puede provocar un mayor riesgo de errores de fabricación.
En un principio Apple tenía previsto integrar el sensor de huellas debajo de la pantalla, pero debido al mal funcionamiento que mostraba, se vio obligada a desistir, al igual que le sucedió a Samsung. De momento y después de la gran cantidad de rumores que se han filtrado, no sabemos si finalemnte el nuevo iPhone X tendrá o no Touch ID o si finalmente Apple confiará toda la seguridad de su terminal al reconocimiento de caras.
